꧁Capitulo 6꧂

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Mariana's pov:

Me encontraba sentada en una de las incómodas sillas en la espera del avión en el aeropuerto.

En eso el teléfono comenzó a sonar miré la pantalla y era Marlena.

📞Mariana: ¿Marlena?

📞Marlena: ¿Cariño, cómo estás?

📞Mariana: Muy bien, hace bastante que no hablamos.

📞Marlena: Solo dos días, Mari

📞Mariana: ¿Y tú cómo estás?

📞Marlena: Bastante bien.

📞Mariana: ¿Por qué me llamas?

¿El idiota habrá abierto la boca?

📞Marlena: No... es solo que me dieron ganas de llamarte.

📞Mariana: ¿Marlena...? Cuéntame.

📞Marlena: Ehm... no, es que... me besé con Enzo.

📞Mariana: ¿Qué? ¿Cómo?

📞Marlena: En un sueño.

📞Mariana: Ay, Marlena por favor. Creí que...

📞Marlena: Pero pasó...

Sentí cómo llamaron a abordar y traté de hablar.

📞Mariana: Marlena tengo que dejarte, porque... tengo que darle unos papeles a... uhm

Traté de buscar algo en el aeropuerto para identificarme y poder decir.

📞Marlena:¿Mariana?

La imagen de una pantalla con corredores me recordó algo que ella no diría que no.

📞Mariana: Lando está esperándome en la puerta.

📞Marlena: Diviértete con tu piloto, besitos.

📞Mariana: Y tú no mates al tuyo, besos.

Colgué y corrí para no perder el avión.

(...)

Estaba estresada el avión se atrasó en llegar y en aterrizar, molesta era poco y para colmo estoy parada como una estúpida con cinco maletas delante de la casa de Marlena y mi querido no cuñado Enzo no acaba de abrir la maldita puerta, y sí tengo calor.

— ¿Aquí también? —pregunté viendo cómo el ojiazul abría la puerta.

— Sé que adoras verme.

No lo maltrates que cuando lo conociste fuiste mala con él.

— Claro, siempre amo verte —fui irónica volteando los ojos.

Sentí una inmensa felicidad al ver sus ojos azules algo que me agobió porque yo no soy así, de hecho no puedo hacer creerle que me gusta... digo que me gustan sus ojos.

— Vamos, Mariana, por favor no creas que se me olvidó lo de...—trató de recordar lo pasado hace unos días

— Sigue... sigue hablando te restaré cinco puntos.

— Contigo tengo menos mil puntos cinco puntitos menos. No hará la diferencia —se excusó riendo

— Te puedes ganar 5 puntos por cargarme las maletas.

— ¿Cinco puntos por cada maleta?

— Un punto cada maleta...

— Vaya un poco más exigente y eres la FIA —rió tomando dos maletas.

No contestes, fiera... vas a ver a tu prima, a Lilith y tu hermano, no a pelear con Lando.

— ¡Hola, familia! —expresé gritando en la casa

El Amor En La Última VueltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora