꧁Capitulo 16꧂

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Marlena's pov:

El sol comenzó a entrar por la ventana dándome en los ojos haciendo que me despertara poco a poco. Estaba abrazada por Enzo me giré para quedar cerca de su rostro, le di un beso en la mejilla y sonreí al verlo dormir. La niña Mariana se la había llevado más temprano para el kinder, dijo que no era un problema y que ella podía hacerlo.

— Buenos días. —murmuré acariciando su cabello.

Él medio dormido sonrió y murmuró: — Si me sigues acariciando así nunca me levantaré de aquí.

Abrió los ojos sonriendo y dejé de acariciar su cabello para besarlo.

— No te detengas, me gusta. —mentó respecto a las caricias en el cabello que continue.

Volvió a cerrarlos ojos y comencé a hacerle cosquillas.

— Enzo... —suspiré—vamos a desayunar.

Suspiró y se removió en la cama.

— ¿Si te doy tres besos me dejarás dormir más? —preguntó sonriendo.

— No. —reí contestando

— Hoy te llevará a conocer un lugar

— ¿Qué lugar? —pregunté divertida

— Es sorpresa.

(...)

Después de llegar vi lo que era...

— Es un bosque — comenté emocionada

Tenía la mano en la manilla justo para abrir la puerta del auto y correr hacia el frondoso y verdoso árbol que se encontraba en frente a nosotros. Mientras que sin darme cuenta él se había bajado y estaba abriendo mi puerta. Y ahí apareció detrás de esa puerta... tan perfecto, con ese olor a café con vainilla y sí, aquí voy de nuevo con sus ojos miel.

— Hola de nuevo supongo — formó una sonrisa completa en su rostro para mí .

— Hola — sonreí mientras intenté bajar del automóvil

— ¿Puedo? — extendió su mano hacia mí para ayudarme a bajar

— ¿Sabes que puedo sola? — sonreí mientras dejaba mi mano encima de la suya

Bajé del auto con su mano aún sobre la mía. La tomó y entrelazó nuestras manos, en un abrir ycerrar de ojos me atrajo hasta su cuerpo.

— ¿Para qué quieres estar sola cuando puedes estar conmigo? — le plantó sus labios a mi mano cortésmente

Mientras caminaban por el sendero, Enzo tomó mi mano y guió hacia un hermoso prado lleno de flores de colores.

Justo en ese momento, un grupo de patos comenzaron a caminar hacia
nosotros y Enzo se echó a reír.

— Eso no lo planeé, pero creo que queda perfecto con el momento

Reí también mientras me levantaba para comenzar a correr detrás de los patos mientras hacían sonidos divertidos. Creo que los dos nos divirtimos mucho persiguiendo a los patos, pero finalmente nos detuvimos exhaustos. Me tiré en la hierba y comencé mover mis brazos y mis pies como si estuviera en la nieve haciendo un ángel.

Mientras descansabamos en la hierba, lo miré y le dije:

— Eres lo más divertido que has sido

— Solo quiero hacerte feliz — respondió riendo —.Vamos a hacer esto, ¿Cómo te vez en cinco años?

— Uhm... no lo sé, publicando un libro — reí e imaginé que él estaba ganando más y más Grand Prix—pero bueno... ¿Cómo te vez tú?

— Contigo. — me miró fijamente

El Amor En La Última VueltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora