꧁Capitulo 13꧂

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Marlena's Pov:

(...)

Estábamos en la casa del lago de la hermana de Enzo. Ella le había pedido que cuidara a su sobrina porque tenía que hacer un viaje de negocios y que su esposo tampoco podía cuidarla. Tuvimos que viajar en un avión privado para que la pequeña no perdiera el kinder.

La casa del lago campestre se alza majestuosamente a la orilla de un sereno lago en Escocia, rodeada de colinas cubiertas de un denso manto de vegetación y árboles que susurran con el viento frío. La arquitectura es una mezcla encantadora de lo rústico y lo acogedor, con paredes de madera marrón oscuro que parecen abrazar el entorno natural. El tejado a dos aguas, cubierto de tejas grises, se integra perfectamente con el paisaje, mientras que las ventanas de guillotina enmarcan vistas impresionantes del agua y las montañas distantes.

— Yo venía con bikinis emocionada.—protestó Lilith al ver todo lleno de nieve.

—Y yo—dijo Mariana apoyando a Lilith .

Enzo abrió la puerta y salió la niña corriendo hasta él con sus brasitos abiertos.

— Titoo —gritó mientras su tío la tomaba en brazos—ia tas aquí.

— Si, amor, tito ya está aquí.

La niña de tres años irradia inocencia y curiosidad. Su rostro redondeado y suave, con una tez brillante, se enmarca por grandes ojos marrones que reflejan asombro ante el mundo. Su pequeña nariz y labios finos se curvan en sonrisas juguetonas, mientras que sus mejillas se sonrojan levemente, acentuando su encanto infantil. El cabello cae en suaves ondas alrededor de su rostro, a menudo adornado con una diadema colorida, y su vestido ligero, decorado con estampados de flores, complementa su alegría.

Enzo la dejó en el suelo y sus manos inquietas exploran todo a su alrededor, cada gesto lleno de energía y entusiasmo que refleja la curiosidad innata de su edad. En conjunto, esta niña es un retrato viviente de su familia. El menos parecido ahí era Enzo porque tenía ojos claros.

— Hola pequeña. —saludó Mariana agachándose a la altura de la pequeña—Me gusta tu vestido.

— Y a mi tu pelo.

— Si quieres un día te puedo peinar.

— ¿Tito, ella puede peinag?—preguntó tocando la rodilla de su tío

— Sí, princesa.

Se veía tan cómico y amoroso con su sobrina que hasta daban ganas de besarlo.

— Shiii —sonrió dando palmaditas.

— ¿Cómo te llamas, preciosa? —pregunté poniéndome a su altura.

— Camille ¿y tú?

— Ella es Marlena, princesa. —habló su tío mirándome poniéndose a nuestra altura.

— ¿Maglena? —la niña me miró y sonrió—Me gusta. ¿Y tú? —preguntó mirando a Elliot.

— Elliot.

— ¿Ellio? —la niña lo miró y sus ojitos brillaron.—Tú eges muy bonita ¿Quién eges?

— Soy Lilith, gracias. —dijo Lilith pellizcando su mejilla

— ¿Liliu?

Se giró hacia Lando y lo miró extrañada tratando de saber quien era.

— Yo te conozco... —al fin habló la niñita.

— ¿Si? —preguntó el británico sonriendo

— Te he visto con mi tito en vidos.

— Soy Lando —el chico extendió su mano juguetón, ella solo lo miró.

El Amor En La Última VueltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora