"Sugar Daddy" | Muke

32. Afraid Of Falling

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AFRAID OF FALLING
[Miedo De Caer]

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—Luke, es importante. Tenemos que seleccionar a un nuevo inversor, además de-

—Esto es más importante, Ashton —interrumpió, cerrando con algo más de fuerza de la necesaria la puerta de la limosina.

Le dio una mirada de disculpas a Hans ante su acción, para luego seguir caminando hacia el edificio de su delante.

—¿Tiene que ver con Michael? —se detuvo en el momento que escuchó aquellas palabras venir de su mejor amigo por el otro lado de la línea, haciendo, que a la vez, que su corazón se detuviera por unos segundos. No había duda que Ashton lo conocía demasiado bien.

Ahora mismo, en vez de estar en una (otra) de las reuniones importantes en las que su presencia era requerida, se encontraba escapándose a escondidas de su oficina y haciendo un plan con su chofer para visitar el apartamento de Michael. Algo que no tendría que hacer de no ser porque no había tenido contacto con el chico de cabellos descoloridos desde las fiestas.

El resto de su estadía en la casa de su madre fue realmente buena. No habló demasiado con Michael debido al tiempo que estuvo recuperando con ella, pero él no parecía haber tenido algún problemas con eso, por estar demasiado entretenido ayudando a la empleada de su madre en la cocina.

El día del vuelo de despedida Michael se la pasó durmiendo, y en el momento que llegaron a New York no pudo evitar notarlo diferente. Tal vez, algo incómodo y distante, pero intentó ignorarlo. Pensó que fingir ser su novio delante de su madre debió haber sido algo estresante para él, algo que no pudo evitar hacer sentir levemente mal.

De todas formas, luego de insistirle demasiado en que esperaran a Hans para que los llevara al Penthouse del hotel donde se seguía quedando, Michael prefirió pedir un taxi hacia el departamento.

Intentó ignorar, de nuevo, el sentimiento en su pecho mientras veía al chico de ojos verdes partir con una expresión algo abrumada en su rostro, y solo continuó con su día.

Luego de eso, solo hubieron más reuniones debido al cierre del año, contratos que quedaban por firmar y planear la fiesta de Año Nuevo que su familia siempre se encargaba de organizar para todo sus socios y trabajadores. El problema era que, no tuvo señales de Michael en todos esos tres días.

Ya era veintiocho de diciembre, a solo tres días de terminar el año, aun sin algún mensaje o llamada respondida de parte del chico de dieciocho años. Y, el presentimiento en su pecho solo iba aumentando. Especialmente, cuando el recordatorio que puso en su celular meses atrás saltó en la pantalla de su celular en el momento que se despertó.

Era hoy. Hoy era el día de la inscripción de Michael para el Conservatorio de Música. La razón por la que él abandonó su viejo hogar, a su familia. Él debía saberlo, era imposible que lo hubiera olvidado. Y, lo que más le preocupaba era que podría haber cambiado de opinión. Que algo lo hubiera hecho dejar sus sueños de lado, o lo estuviera distrayendo de ellos.

Quizá, en el fondo de se sentía el culpable.

—Algo así —sabía que la respuesta era un completo sí, pero, hasta ahora, Ashton no sabía completamente su situación con Michael. Tenía sospechas, pero hasta ahora no habían sido confirmadas. Y, tampoco planeaba confirmarlas por el momento.

—Lo tomaré como un sí —mordió el interior de su mejilla, mientras ingresaba al edifico y caminaba hacia el conocido ascensor, en el que ya había estado antes. Era obvio que no era su primera vez en el lugar —. Haré lo posible para excusarte con tu padre, pero tendrás que contarme la verdad de lo que pasa entre Michael y tú.