"Sugar Daddy" | Muke

68. It's Just About Living

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IT'S JUST ABOUT LIVING
[Solo Se Trata De Vivir]

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—¿Eres feliz?

Agachó la mirada de su celular para ver la mata de cabellos rubios decolorados en su regazo, y luego observar a los ojos verdes bajo unos mechones. Apartó unos cuantos para luego dejar un beso sobre la frente del dueño de ellos.

—Sí —respondió, aún con los dedos vagando por los mechones rubios platinados —. ¿Por qué la pregunta?

—Solo quería asegurarme que lo seas, luego de lo que pasó estas últimas semanas —frunció levemente el ceño, dejando finalmente el celular a un lado para darle su completa atención Michael —. Con tu trabajo, y tu familia. Sé que aunque mi padre haya facilitado las cosas, han tenido que trabajar demasiado para arreglar el pasado —explicó.

Se quedó pensando un momento en eso, y cómo, con su padre y hermanos, tuvieron que encargarse de reemplazar los fondos que fueran usados antes con el nuevo dinero que fue ingresado, además de aumentar la producción en comparación a los últimos años para poder recuperar más rápido el dinero invertido.

Fueron unas arduas semanas luego de que Daryl Clifford haya decidido dejar la ciudad, sin estar para nada conforme con los sucesos de la última vez, pero fue algo en lo que todavía estaban trabajando. Demasiadas reuniones, papeleos y trabajo de oficina que hizo que sus horarios se volvieran un desastre además de sus horas de sueño. Pero, las todo parecía estar mejorando, algo que lo ayudaba a mantenerse positivo.

Sabía que no todo se solucionaría de la noche a la mañana, pero, para haber pasado dos semanas desde que los fondos comenzaron a recuperarse, sabía que estaban yendo por buen camino.

Quizá, sus horas de oficina se habían alargado, al igual que el trabajo que traía para su hogar, pero realmente no era algo con lo que no pudiera lidiar. Michael siempre estaba ahí cuando volvía, con una sonrisa en el rostro y un abrazo de bienvenida.

Luego de todo lo que pasó con el padre de él, esperó verlo en un peor estado, como cuando robaron su apartamento, pero, para su sorpresa, lo estaba tomando bien. Algunas noches, se pondrían a hablar del hombre y cómo Michael lidió con él cuando era un niño y los malos recuerdos que le traía, lo ayudaba. Y, estaba completamente dispuesto a sacrificar sus horas de sueño para ser parte de las largas charlas nocturnas de su novio si eso lo haría sentir como si un peso salió de encima de sus hombros.

De todas formas, generalmente, las cosas estaban yendo bien para ambos. Michael había conseguido un nuevo trabajo como asistente de Jack (sí, Jack), algo que hacía que lo encontrara vagando por su edificio hasta más de mediodía, y algunas veces le diera visitas en su oficina con la excusa de entregar unos papeles y robarle uno que otro beso que casi siempre sería interrumpido por Janet.

Todo estaba bien, era feliz. Era más feliz de lo que lo había sido antes.

—Demasiado trabajo, pero nada que no pueda manejar —respondió, viendo a los preocupados ojos del chico de su regazo. Dejó un corto beso en su nariz esperando convencerlo —. Enserio. Soy feliz, Michael. Más de lo que nunca lo fui.

—Genial, eso es bueno —dijo él, viéndose más seguro. Michael se removió en su regazo, para luego tomar asiento en la cama y examinarlo con los ojos cerrados, como si quisiera asegurarse —. Te creo —dijo el menor finalmente, provocando que una corta risa saliera de sus labios.