"Sugar Daddy" | Muke

41. Taking Care Of You

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TAKING CARE OF YOU
[Cuidando De Ti]

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Soltó una maldición en voz baja en el momento que sus dedos volvieron a pasar por la cuerda equivocada. No era la primera vez que le pasaba y se estaba comenzando a sentir realmente frustrado al respecto.

Llevaba casi todo día practicando con la guitarra luego de que Sofia le hubiera enviado un mensaje, indicando que Aaron no lo necesitaría el día de hoy. Algo que, no debería molestarle demasiado, porque un día libre siempre le venía bien a cualquiera. Pero, era demasiado molesto que Aaron siguiera sin dirigirle directamente la palabra a menos que fuera en una extrema necesidad laboral. De todas formas, intentó ignorar aquel hecho y decidir qué aprovecharía su día libre al máximo. Lo que significaba, crear nuevas ampollas y herida en sus dedos por tocar la guitarra por demasiadas horas.

Había pasado un tiempo desde que no practicaba, casi desde antes de año nuevo, y el primer mes del año estaba pasando demasiado rápido, a un punto atemorizante, especialmente al saber que en cualquier momento la confirmación de su fecha de su audición sería enviada al correo de Luke.

Vio audiciones por internet, desde la secundaria, que eran grabadas por los jurados. Era en un gigantesco auditorio, con una gran capacidad, pero las únicas personas permitidas dentro eran los maestros y postulantes. Algo que, en parte, era un alivio debido a la presión que podría sentir con más pares de ojos encima suyo, pero a la vez lo hacía sentir más aterrado.

Habían dos opciones, presentar una canción o melodía creada por ti mismo, o cambiar una ya hecha a tu propio estilo con diferentes acordes. No se requería canto, solo un instrumento, pero había escuchado que, algunas veces, podías obtener puntos extras si tu voz llegaba a impresionar a los jurados.

Y, para este punto, debería tener una clara idea de lo que haría ese día, pero su mente seguía en blanco, mientras diferentes partituras se encontraban regadas en la mesa y piso de la sala del gran apartamento, una guitarra acústica se encontraba en su regazo y una eléctrica descansaba al final del sofá en el que estaba sentado luego de haber sido tocada por demasiadas horas hasta que rompió la plumilla.

Había estado ensayando versiones diferentes de sus canciones favoritas, creado nuevas partituras, y hasta haciendo lo posible por terminar cualquier vieja canción que creó años atrás cuando estaba en la secundaria. Pero, aun así, nada parecía suficiente.

Para este punto, la presión que sentía sobre sus hombros se había convertido en una clase de nube negra sobre su cabeza que hacía que pensara que cada acorde en su guitarra sonaba mal. Estaba cansando, con los dedos adoloridos y un gran dolor de espalda por estar en la misma posición por horas. Pero, no quería rendirse. No cuando su futuro colgaba de un hilo, y parecía algo demasiado frágil y real en este momento.

Estuvo tan distraído, volviendo a intentar tocar ese tonto acorde por más de octava vez, que no escuchó el sonido de la puerta principal abrirse en el momento que otra maldición salió de sus labios en forma de quejido.

—Michael, traje la plumilla que me pediste-... Wow, ¿qué pasó aquí?

Sus ojos fueron hacia el rubio que se encontraba en la puerta, con sus ojos azules escaneando todo el interior de la habitación con una expresión de sorpresa. Sabía que todo esto se veía mal, especialmente el desorden que causó con las hojas de partituras, pero realmente esperó tener algo de tiempo para ordenar antes que Luke llegara.