"Sugar Daddy" | Muke

56. The Game

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THE GAME
[El Juego]

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El cumpleaños de Aaron Dickens, uno de los eventos más importantes del año, de la agenda de su padre y del resto de New York.

Casi siempre los cumpleaños de Aaron eran celebrados fuera del país, debido a los inversores extranjeros de su padre, y las conexiones de la familia de su madre en Europa. Era la primera vez, desde que conocía al chico, que una de sus grandes fiestas (de las cuales siempre eran habladas en redes sociales) eran celebradas en New York. Y, sin duda, sería prometedora.

Había una larga fila fuera del lujoso edificio que fue rentado para la celebración. Aunque, algunas celebridades, y personas importantes de la alta elite, no necesitaban si quería mostrar invitación para entrar, como en su caso.

Llegó alrededor de media hora después de que su padre y hermanos salieron hacia el evento, buscando alguna clase de tonta excusa con ayuda de Ashton para explicar su retraso (al parecer, era más creíble que no podía elegir un traje que cualquier otra cosa). Sofía había enviado el mensaje de aviso hacia casi diez minutos, casi al mismo tiempo en el que Ben le envió uno diciendo que tenía que hablar algo realmente importante con él.

Estaba completamente seguro que lo último tenía que ver con la investigación que estuvo haciendo estas últimas semanas, especialmente al notar lo tenso que se veía cada vez que su padre se encontraba cerca, con quien, hasta ahora no había intercambiado alguna palabra desde la pelea que tuvieron. Ben debía tener una respuesta para todo lo que estaba pasando, y realmente quería saberla, pero ahora mismo Sofia se encontraba bombardeando su teléfono con mensajes, indicándole que necesitaban hablar.

Intentó mantener la calma y concentrarse en la importante. Sofia lo había hecho venir acá media hora más tarde, debido a toda esta actitud paranoica y sospechosa que estuvo teniendo. Algo que, tenía que ver con su padre, una persona que debería darle un respuesta sobre el contrato a firmar el día de hoy. El mismo contrato, que a la vez, liberaría a Michael del suyo. Michael, con quien hasta ahora no había tenido contacto desde la última vez que se vieron, y a quien, hasta ahora, no tenía una respuesta.

Todo se concentraba en este día, y no estaba completamente seguro que la completa lista de cosas pendientes fuera a realizarse con éxito, especialmente cuando ni siquiera lograba encontrar algún rostro conocido en la multitud de personas que se encontraban en la recepción.

Lo único que veía era cantidad de personas en trajes y vestidos lujosos, caminando por el lugar, con caras copa en las manos, soltando risas y pareciendo disfrutar del inicio de lo que prometía ser la mejor noche de sus vidas.

Saludó a algunas de las personas con las que topó, más que nada, viejas amistades de su familia o conocidos que veía constantemente en eventos como este. No fue hasta que la música en vivo se hizo presente que encontró a un gran grupo de gente rodeando a alguien y riendo ante cualquier palabra que esta persona decía. Tuvo que abrirse paso entre ellos pidiendo permiso para encontrarse al nuevo centro de atención de todos ellos.

Aaron Dickens.

Él se encontraba con esta perfecta sonrisa, con una copa de vino en su mano, mientras conversaba con algunos chicos y chicas, alrededor de su edad, rodeándolo, como si fuera alguna clase de celebridad. Eran sus cinco minutos de fama por ser la estrella del evento algo que, él de seguro estaba disfrutando. Pensó en retirarse de la escena, creyendo que no había nada de lo que debía hablar con Aaron, pero eso fue lo pensó hasta que los ojos del chico se posaron encima suyo y su expresión cambió por completo.