"Sugar Daddy" | Muke

67. No Regrets

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NO REGRETS
[Sin Arrepentimientos]

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Si se ponía a pensar en todas las malas decisiones que tomó para sus cortos dieciocho años, esta no sería una de ellas.

Nada de lo que hizo, desde que decidió venir a esta ciudad, lo era.

Todas las malas decisiones se quedaron en su vida casa, en California. Dejarle el control absoluto a sus padres de cada detalle de su vida, hasta dejarse manipular por su padre. Pero, esta vez ya no sería así. Esta era su ciudad, y nadie lo sacaría de este lugar sin pelear.

Podía sentir la tensión en el ambiente desde que la puerta fue abierta, mientras unos fríos ojos verdes lo miraban fijamente, haciendo que quisiera huir y esconderse. Solo que, esta vez, no lo haría. Ya no era un niño que había sido atrapado haciendo algo que no debía, que desobedeció y debía atenuarse a las consecuencias. Luego de todo lo que vivió ya no era un niño. Ahora, estaba a cargo de su vida, y no huiría de nuevo.

Había una mano tomando la suya, haciéndolo sentir mejor, pero todas formas, sin evitar la sensación de sentir su estómago removerse. Fue en el momento que la puerta volvió a abrirse que sintió su corazón detenerse, para que luego viera a la mujer a la que llamaba su madre, entrar por ella, acompañada de Ashton, a quienes estaban esperando desde un comienzo.

Su madre tomado asiento al lado de su padre, en ese largo sofá que Luke había elegido cuando mandó a decorar el apartamento. Estaban ahí, porque se reusó por completo a hacer esto en una fría oficina. Esta era su zona de confort, al único lugar al que podría volver cuando las cosas se pusieran mal. Este era su hogar. Lo sería por un largo tiempo.

—Aquí esta el contrato de inversión con la empresa de los Hemmings —habló Ashton, acabando con el silencio de la habitación. Él sacó un papel del folder que traía en sus manos, para dejarlo sobre la mesa de centro, delante de su padre y su abogado.

—No puedo creer que hayas hecho todo esto —dijo su padre, mirando en su dirección, luego de pasarle el documento a su abogado para que lo revisara. Quiso blanquear los ojos, pero decidió no hacerlo —. Ahora, has arruinado por completo tu futuro. No te queda nada, Michael. ¿Por qué? Por este chico, ¿crees que él te dará todo lo que necesitas? Se aburrirá, y no serás joven para siempre como para te mantenga como lindo juguete por el resto de su vida.

Sintió el agarre de su mano reforzarse, haciendo que su rostro fuera hacia un lado, encontrándose con el ceño fruncido de Luke. Él estaba haciendo lo posible para no responder, pero podía sentir la ira en su mirada.

—Todo está en orden —comentó el abogado de su padre, volviendo a poner el papel en su delante. Él asintió, para que luego tomara un lapicero de dentro de su bolsillo. Solo que, antes que pudiera firmar, la mano de su madre lo interrumpió.

—Michael, cariño, ¿de verdad quieres hacer esto? —preguntó ella, con ese tono débil, que casi parecía falso. Sabía que en fondo, solo veía por sus propios intereses. Ellos dos siempre fueron tal para cual —. Aun puedes volver, podemos solucionarlo. Me aseguraré de limpiar tu nombre y-

—No —dijo, hablando por primera vez —. No quiero que soluciones nada. Y sí, quiero hacer esto, porque amo a Luke. Quizá, no tienen ni la menor idea de lo que significa el amor, pero yo haría lo que sea por él. Porque, fue la única persona que estuvo ahí para cuando la necesité. Que me dio más apoyo del que ustedes me dieron todos estos años. Quien jamás me hizo sentir mal por un decisión que tomé, y prefirió apoyarme, en vez de juzgarme. Y, ahora lo quiero apoyar a él.