𝓬𝓱𝓪𝓹𝓽𝓮𝓻 𝓮𝓲𝓰𝓱𝓽

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𝙖 𝙨𝙩𝙧𝙞𝙣𝙜 𝙩𝙝𝙖𝙩 𝙥𝙪𝙡𝙡𝙚𝙙 𝙢𝙚 𝙤𝙪𝙩 𝙤𝙛 𝙖𝙡𝙡 𝙩𝙝𝙚 𝙬𝙧𝙤𝙣𝙜 𝙖𝙧𝙢𝙨 𝙧𝙞𝙜𝙝𝙩 𝙞𝙣𝙩𝙤 𝙩𝙝𝙖𝙩 𝙙𝙞𝙫𝙚 𝙗𝙖𝙧

"Nico se tomaba
en serio sus excusas
para evitar gente molesta"

—Dame un beso —susurró Nina, apenas a unos centímetros de la boca de Nico, con una sonrisa juguetona.

Él relamió sus labios antes de mover la cabeza hacia la chica. Disfrutó casi nada del beso errante y saborizado con alcohol que compartieron. Haley lo había hecho prometer que intentaría pasarla bien en la cita que había arreglado. Y eso estaba haciendo (aunque la pelirroja que besaba no fuera maravillosa).

—Vamos a bailar.

El chico frunció la nariz.

—Ve tú. Te miraré desde aquí.

Ella mordió su labio inferior. El intento de provocarlo no pasó desapercibido por Nico.

—Bailaré para ti entonces.

Contuvo la seriedad y la expresión de interés hasta que Nina se dio la vuelta. Movió sus caderas entre las personas sudadas y excitadas que bailaban en ese local de LA hacia la pista.

Él la observó durante unos segundos, pero no había nada de ella que llamara su atención. Estudiaba medicina, tema que Nico ignoraba casi por completo, y lo tocaba mucho más de lo que le gustaría. Su cabello rojizo iba a la perfección con su camiseta blanca y sus shorts rojos. El color claro la hacía destacar entre la masa de gente en un lugar con falta de luces, al tiempo que ni siquiera Nico podía negar que su trasero se veía fantástico. Pero no era suficiente para él. Él necesitaba más.

Recostado contra la barra, se giró para enfrentar al barman. Un gesto sencillo con su mano indicó que quería otro trago.

La necesidad de atención debía ser uno de los fallos que Nico presentía en Nina, que lo rodeó por la espalda apenas notó que dejaba de mirarla.

—Voy al baño. —Le murmuró en el oído. Él asintió y se dio la vuelta para ver hacia la pista.

Movimientos bruscos en el rabillo de su ojo izquierdo hicieron que se enfocara en una chica que luchaba por quitarse un tapado negro del doble de su tamaño. Se quedó viéndola, convencido de que sería lo más interesante disponible en su campo de vista.

—¿Qué ves, lindo?

El chico casi se ríe en la cara de la pelirroja al escuchar cómo lo había llamado.

—Nico. Me llamo Nico. —Nina rodeó los ojos sin perder la sonrisa—. Vamos a bailar.

No es que fuera uno de sus fuertes, ni que fuera una de sus actividades preferidas. Nico detestaba bailar ese tipo de música que requería más atención (y creatividad) que un vals. Sin embargo, el alcohol en su sangre lo ponía un poco necesitado y ella parecía dispuesta a moverse contra él sin importar la pieza que sonara.

Cuando la temperatura de su cuerpo alcanzó niveles peligrosos, bajó sus labios hasta el oído de Nina.

—¿Quieres ir a mi apartamento? Solo si estás segura.

Esperando por una respuesta, la boca de Nico bajó por su cuello, dejando un camino de besos húmedos.

—Sí. Déjame ir al baño una vez más y luego podemos ir por los abrigos.

Él quitó sus manos de sus tentadoras caderas, dejándola ir. Caminó después hasta el bar para pagar su cuenta y la de la chica.

—¿Cuándo te hiciste un piercing en la oreja?

invisible string [di angelo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora