𝓬𝓱𝓪𝓹𝓽𝓮𝓻 𝓽𝓱𝓲𝓻𝓽𝓮𝓮𝓷

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𝙜𝙤𝙡𝙙 𝙬𝙖𝙨 𝙩𝙝𝙚 𝙘𝙤𝙡𝙤𝙧 𝙤𝙛 𝙩𝙝𝙚 𝙡𝙚𝙖𝙫𝙚𝙨 𝙬𝙝𝙚𝙣 𝙄 𝙨𝙝𝙤𝙬𝙚𝙙 𝙮𝙤𝙪 𝙖𝙧𝙤𝙪𝙣𝙙 𝘾𝙚𝙣𝙩𝙚𝙣𝙣𝙞𝙖𝙡 𝙋𝙖𝙧𝙠

𝙝𝙚𝙡𝙡 𝙬𝙖𝙨 𝙩𝙝𝙚 𝙟𝙤𝙪𝙧𝙣𝙚𝙮 𝙗𝙪𝙩 𝙞𝙩 𝙗𝙧𝙤𝙪𝙜𝙝𝙩 𝙢𝙚 𝙝𝙚𝙖𝙫𝙚𝙣

"El Centennial Park
siempre había sido
su lugar favorito de Nashville (...)
Y, ¿quién lo diría?
Quizá conocería a
su futuro esposo sentada
allí.
" 

—¡Aquí es! —Dejando de actuar como una chica de veintidós años, Scarlett salió corriendo hacia un árbol a varios metros de distancia. Nico no pudo evitar sonreír, siguiéndola despacio—. ¡Ven!

Sacudió su cabeza y corrió hasta su novia. Al llegar a su lado, Scarlett hizo ademán de presentarle el tronco del árbol. La felicidad de su rostro convencería a cualquiera de que estaba viendo un premio Grammy con su nombre, o alguna pintura de Nico en un museo, pero no era así. La chica señalaba con emoción un trozo de césped.

—Voy a necesitar una explicación un poco más detallada —comentó Nico, divertido.

Scar se sentó donde solía hacerlo, recostando su espalda contra el tronco y respirando el aire puro del Centennial Park. Cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás. Su novio la observó con adoración.

—Solía venir a leer aquí. Cerraba los ojos e imaginaba escenas de mis libros favoritos en las que yo era el personaje principal, y luego escribía canciones al respecto. Eso hacía antes de conocerte, hace unos... ¿seis años?

—Siete —recordó él—. Tenías quince.

Ella soltó una risita por lo bajo. Nunca hubiera esperado que a Nico le importaran las fechas especiales, pero había demostrado hacerlo por varios meses ya. El chico no dejaba de sorprenderla.

—¿Quieres jugar a algo?

Él estuvo a punto de responder cuando el ruido de los flashes de varias cámaras sonó. Tres fotógrafos los acechaban varios árboles a su izquierda. Scar dejó escapar un suspiro.

—Lo siento.

—No es tu culpa, cielo —dijo despacio, sin quitar sus ojos de los hombres—. Además, ¿qué te hace pensar que no quieren una foto mía? Soy un artista famoso.

Scarlett soltó una carcajada que Nico terminó con un beso. Se incorporó unos segundos después, todavía maravillado de que esa chica que mordía su labio era suya. Y, quizá más importante aún, él era suyo.

—No me molestan los fotógrafos. Digo, ¿qué mejor que tener nuestras fotos por todos lados?

Ella tampoco podía creer que por fin hubiera conseguido a alguien como Nico.

—Me encanta cómo te queda ese cárdigan.

Él chasqueó la lengua.

—No te acostumbres. Tengo picazón en todos lados, es terrible.

—Pero va bien con el parque.

Nico alzó una ceja, poco convencido, pero Scar ya había subido sus ojos hacia el cielo. El mismo estaba cubierto de hojas de colores marrones y dorado. El otoño era su estación favorita. Algo en esa idea de hojas brillando una última vez antes de morir le fascinaba, similar al fénix protagonista de su serie de películas favorita.

Scarlett sabía mucho de ese tema: estar en tu mejor momento, finalmente sentir que eres el resultado de una meta pasada, para que un viento fuerte te lance al suelo como si nada. La caída era dura. Las hojas lo hacían parecer fácil, con su delicado vaivén hasta posarse en el suelo. Solía jugar a pisarlas cuando era niña, escuchando el sonido característico y deleitándose con él.

invisible string [di angelo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora