𝓬𝓱𝓪𝓹𝓽𝓮𝓻 𝓽𝔀𝓮𝓵𝓿𝓮

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𝙘𝙤𝙡𝙙 𝙬𝙖𝙨 𝙩𝙝𝙚 𝙨𝙩𝙚𝙚𝙡 𝙤𝙛 𝙢𝙮 𝙖𝙭𝙚 𝙩𝙤 𝙜𝙧𝙞𝙣𝙙 𝙛𝙤𝙧 𝙩𝙝𝙚 𝙗𝙤𝙮𝙨 𝙬𝙝𝙤 𝙗𝙧𝙤𝙠𝙚 𝙢𝙮 𝙝𝙚𝙖𝙧𝙩.
𝙉𝙤𝙬 𝙄 𝙨𝙚𝙣𝙙 𝙩𝙝𝙚𝙞𝙧 𝙗𝙖𝙗𝙞𝙚𝙨 𝙥𝙧𝙚𝙨𝙚𝙣𝙩𝙨

"Una mujer debería ser
más que su apariencia."

"Envié a alguien para que abriera la puerta" Decía el mensaje que Nico recibió. Menos de tres minutos más tarde un hombre vestido de traje negro apareció por las puertas enormes y le indicó que ingresara con su auto.

El chico no sabía qué esperar del otro lado de la verja, pero definitivamente no contaba con tener que conducir un minuto entero para llegar a la puerta principal de la casa. La mansión se veía incluso más grande que desde afuera. Un total de tres pisos parecían innecesarios para alguien tan pequeña como Scarlett Fox.

Colgando su mochila por su hombro caminó hasta la entrada. Golpeó la puerta.

Esperó varios segundos sin recibir respuesta. Como la paciencia no era uno de sus talentos (y tenía quizá muchas ganas de ver a Scarlett) volvió a tocar.

—¡Abre la puerta! —exclamó, golpeando por tercera vez.

—¡No estoy lista!

Nico rodó los ojos. No esperaba ningún outfit maravilloso para las altas horas de la noche de un martes.

—No necesito que te pongas tu labial para verte.

—Déjame. —Escuchó del otro lado. Scarlett se había acercado a la puerta. Medio segundo más tarde la abrió—. Hola —murmuró.

Toda la desesperación e impaciencia que controlaba la mente de Nico se esfumaron. Fue como si se despejara la niebla que rondaba su cabeza desde que ella había dejado de hablarle y que le había quitado cualquier mínimo interés o propósito en sobrevivir un día más. No se dio cuenta de que una sonrisa de lado estaba plasmada en su rostro, y probablemente no se hubiera preocupado en ocultarla: estaba muy feliz de ver a Scarlett.

Las mejillas de la chica estaban sonrojadas. Incluso estando de espaldas a cualquier fuente de luz cercana, Nico notaba que se sentía avergonzada. Sus labios estaban presionados entre sí con fuerza, como si quisiera evitar que su color natural apareciera en la visión de Nico. Sus preciosos ojos marrones lo veían con atención, bien abiertos.

El leve movimiento de su pie, intentando ocultarse detrás del otro, fue lo que hizo que él bajara su mirada. Unas pantuflas turquesas inspiradas en Sullivan, el protagonista de Monsters Inc. dejaban ver tan solo el inicio de unos calcetines fluorescentes. Traía unos shorts de pijama de color rojo oscuro, con dibujos de Harry Potter y el nombre del protagonista impreso en un costado. La camiseta negra de mangas largas le quedaba enorme. Cuando cruzó sus brazos sobre su pecho, probablemente en un intento de disimular que no traía un sostén, Nico llegó a la conclusión de que traía puesta su camiseta.

Scar se aclaró la garganta. La atención en la parte superior de su cuerpo la ponía nerviosa. Sus ojos volvieron a encontrar los del chico.

—¿Quieres pasar?

De la forma más discreta posible, Scarlett tiraba de las mangas de la camiseta con sus dedos, liberando un poco de tensión.

—Claro.

Ella asintió y se dio la vuelta, Nico siguiéndola a una corta distancia. Él cerró la puerta tras de sí. En una mesa a un costado de la entrada (un recibidor ultra moderno que tenía el tamaño de medio apartamento de Nico), justo debajo de un espejo, varios labiales rojos esperaban para ser utilizados antes de salir de casa. Ese detalle no pasó desapercibido por él. Apenas la tuvo enfrente una vez más se aseguró de memorizar el color rosa natural de sus labios.

invisible string [di angelo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora