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—¿Y ahora que tiene? — preguntó Byungchan al ver a su ex novia de esa manera, tenía mucho sin verla así.
La chica se encontraba limpiando la sala como si su vida dependiera de eso. El olor a cloro y lilas corria en todo el apartamento. La mesa, el sillón, la tele, las cortinas, el gato, todo estaba sumamente limpió.
En una esquina leyendo un libro de su clase se encontraba la mejor amiga, relajada como si fuera lo más normal del mundo ver a su casi hermana teniendo una crisis mental mientras limpia como si estuviera en el famoso programa de limpiadores compulsivos.
—No sé—encogió los hombros—llegó así desde que tuvo la cena en casa de su mamá y el Señor Kang estuvo presente.
—¿El señor Kang? ¿Su padre?—viéndolo de ese punto de vista creía saber el porqué de su comportamiento.
—Si, él—contestó Heeyoung lanzándole el trapo sucio a su ex novio. Dejó lo que estaba haciendo ya que era la quinta vez que limpiaba la sala, parecía de exhibición.
Salió de la habitación para ir directo a la ducha después de limpiar todo su cuerpo, tomó la toalla enrollandose en ella, noto que ya era tiempo de cambiar de toalla y shampoo, tenía usando el mismo desde hace 1 año.
Buscó la ropa que se pondría hoy, como no tenía intenciones de salir agarro un pans negro junto con una camisa gris desgastada que había dejado ahí byungcham una de la muchas veces que la visitaba cuando eran novios, tenía un Pikachu como estampado.
En su cabeza aún seguía aquella noche donde después de 5 años volvió a ver a su padre.
—Tú, viniste—dijo viendo al Señor Kang, su padre biológico, no lo veía desde hace 5 años cuando la citó en un restaurante para darle el dinero que le correspondía, tenía un par de negocios y aprovechó para verla y darle el dinero personalmente.
—Kang Heeyoung, hija mía. Es todo un placer volverte a ver, cada día estas más hermosa, como yo.— el mayor la abrazo entregándole un ramo de rosas y una bolsa de regalo con lo que se podría ver por fuera era una cartera.
—Gracias, Señor Kang— abrió un poco más la puerta para que entrara. Su madre lo recibió con un abrazo como si fueran los mejores amigos y por parte de la madre de Junkyu solo lo saludo con un estrechamiento de manos.
La señora Kim ya tenía que retirase por lo cual la acompañe a la salida dejando a los ex novios solos.
—Fue un gusto verte cariño, lo más probable es que a la próxima me toque a mi hacer la cena, le diré a tu madre para que te traiga y aprovecho y también citó a Junkyu para que se vean tengo entendido que no se ven desde hace un largo tiempo.
—Así es Seño... —la mamá Kim la interrumpió.
—Dime madre, aún creo en la promesa que me hiciste de casarte con mi niño—dijo mientras la tomaba de las manos.
Más apenada no podía estar.
—Madre, gracias por venir y por supuesto que estaré presente en esa cena—la abrazo para luego ver como se iba.
Regreso al comedor y solo vio como los adultos se reían y compartían una copa de vino.
—Cállate que lo único bueno que salió de esa relación fue mi hija—dijo su madre.
—En eso estamos de acuerdo, bruja—le contestó el hombre.
Nunca había podido ver a sus dos padres juntos, jamás. Era una escena bastante rara e incómoda. Se trataban como si él nunca hubiera estado ausente estos 18 años de su vida.
—En fin, para que querías a mí hija—preguntó su madre.
—Quiero pasar tiempo con ella y que trabaje conmigo—dijo serio.
La mayor solo asintió mientras que Heeyoung solo se quedó callada. No quería pero sabía que su madre la obligaría.
—Es mi única hija, sé que cometí errores pero quiero arreglar todo, no puedo compensar estos años de ausencia pero quiero intentarlo.
—trabajar, ¿Dónde?—preguntó por primera vez en todo el tiempo que estuvo ahí.
Salió de su habitación, donde sus dos mejores amigos y ex novio la esperaban acostados, unos en el sillón y otro en la alfombra.
Se acercó al que estaba tirado en la alfombra, Byungchan. Se tiro arriba de él, este la abrazó y su corazón se comenzó acelerar, se sentía bien estar asi con él.
—¿Todo bien, pulga?—dijo acariciando su espalda. Los ojos presentes estaban sobre ella.
Asintió
—Ya tengo nuevo trabajo—mencionó, todos la miraron con curiosidad.
—¿Dónde? —preguntaron
—YG Entertainment.
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