VORÁGINE

Capítulo 8

Bree me condujo a su cuarto, habían cambiado las cosas desde que entre la última vez aún así los puercos seguían apareciendo por todos lados.

-Habla Alex, no has dicho nada, ni siquiera te tomaste la molestía de enviar un texto anunciando que venías y por si fuera poco vienes conduciendo el auto de papá, cuándo te lo dio dijiste que jamás lo usarías-dijo de un tirón

-Sabes que uno dice millones de cosas cuándo esta enojado y en ese momento estaba furiosa porque te regaló un auto a ti, siendo que soy mayor que tú técnicamente por 4 meses-respiré hondo para calmarme- Estuve en la fiesta dónde murió Kevin

Bree me miró atentamente por un momento, se levantó y un cuaderno que ella me había regalado, ahí estaba todo mi pequeño historial, recortes, notas y hasta fotografías, todo documentado por mi hermana y ppor mi a lo largo de los meses de investigación.

-Creo que todo llevaba tu sello, desde que lo vi en las noticias lo supe-dijo en un susurro-Deberías parar en un momento Alex,  estarán a punto de descubrirte antes de que puedas huír como siempre lo has planeado.

-Estoy volviendome loca-pasé mis dedos por mi frente, no estaba sudando pero la duda sobre contarle acerca de ella a mi hermana parecía muy descabellado

Por mucho que te ame tu hermana, vas a quedar como lo que ella siempre ha creído que eres, una loca, tan sedienta por la atención de un padre que se desligó de ella a la primera oportunidad, que pretende que pagar tu educación y darte lujos esta lavando su conciencia para no sentirse mal, por no verte.

-¿Alex?

-Bree, ya no puedo parar antes todo esto tenía un fin, todo por lo que empecé a hacer esto tenía un fin y un día simplemente me veo en el espejo y necesito más, la sensación de la sangre escurriendo entre mis dedos, tener el poder de hacer las cosas tan perfectas que nadie sospecharía de mi.

-Algún día lo harán, alguien dirá que fuiste tú

-La única persona que lo sabe eres tú y solo tú podrías ser quién me delatará

-Sabes que no lo haría

Abrí el cuaderno y me pusé a escribir con todo detalle lo que había hecho la noche anterior, desde que salí de casa hasta que volví a llegar a mi cama hacía apenas unas horas, Bree salió de su cuarto dejandome con los fantasmas que me habían vuelto lo que soy ahora, alguien que no se encuentra.

Habían pasado dos veranos desde que pasó, salí a pasear al cachorro que Jason me había regalado, me había dirigido al pequeño pero denso bosquecillo que estaba en los límites de mi casa, Odie estaba olfateando tranquilamente mientras buscaba el sitio perfecto para orinar y yo estaba buscando una canción en mi reproductor portatil, antes poner play escuché voces en el bosque, por el tono parecía que eran dos personas discutiendo, tomé a Odie en brazos y me dirgí al lugar de donde provenían las voces.

-Se te advirtió que debías irte lo antes posible,se te dio de plazo un mes, han pasado tres y tú sigues aquí, debiste haber desaparecido por tu propia cuenta y nos ahorraríamos todo esto...

-Es que no había podido conseguir nada antes, no podía irme sin sin algo seguro

Un hombre tenía acorralada contra un tronco a una joven mujer de cabello rojizo que temblaba de pies a cabeza, ella estaba sollozando, mientras él mantenía una navaja contra su cuello, la mujer soltaba alaridos de dolor.

-Debiste irte..

-Voy a irme

-En pedazos

Odie soltó un ladrido en ese momento y tomé su pequeño hocico con mis manos para hacerlo callar, el árbol detrás del cuál espiaba toda la escena, paracía muy seguro y sin embargo parecía que aquél hombre tenía muy bien oído pues sus ojos buscaron en la oscuridad incipiente hasta mi escondite, rogué con todas mis fuerzas que no me hubiera visto y alguien allá arriba atendió mis súplicas, el hombre volvió su atención hacia la mujer y tras un destello plateado, el silencio se llenó de los horrendos sonidos de la mujer al desangrarse, tuve que morder el borde del cuello de mi sudadera para amortiguar el sonido del grito que se me escapó.