Capítulo 20

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Dean giró a tiempo para tomar mi muñeca y torcerla hasta que me obligo a soltar el cuchillo, un gemido de dolor escapó de mi garganta, Dean me estrelló contra la barra de la cocina, tomando mis muñecas por arriba de mi cabeza, estaba presionando su cadera contra la mía, me dolía todo el cuerpo.

-Dime que te duele Alex, dime que te duele como a mi me dolió el saber que mataste a mi hijo-rugió Dean a cm de mi rostro, su aliento de menta me dio de lleno en el rostro, desvie la mirada de esos penetrantes ojos verdes y comencé a retorcerme tanto como podía para liberarme pero él no me soltaba, no me daba un respiro y entonces flexione la rodilla.

Diablos Dean porque haces todo tan difícil, con la poca fuerza que tenía estrelle mi rodilla contra su entrepierna y el me soltó, no huí como pensé que haría me quedé a su lado viendo como se retorcia de dolor, siempre supe que mi amor por él iba a ser más profundo pero también supe que su amor por mi se volvería odio puro era lo que hacía siempre, volver malo todo lo bueno que tocaba.

-Hice todo lo que querías en el mundo y está es tu forma de agradecerme-dijo en un jadeo-Sabía que eras un maldito monstruo pero nunca imagine a que grado

Deberías hacer que se calle de una buena vez, sólo esta torturandose y esta dandome un dolor de cabeza espantoso.

-Sé cuando ella esta hablando contigo-dijo de pronto

No lo escuches

-Siempre te cambiaba la mirada y tus ojos se volvían tan brillantes-el bajo la mirada y se rio amargamante-Fue un idiota lo sé, pero siempre supuse que era porque estabas enamorada de mi

No Alex...No

-Ya basta-dije en voz baja y aún así Dean escuchó

-Sí, basta acaba con esto-dijo con cansancio, se puso de pie y tomó el cuchillo del piso para ponerse frente a mí y me lo tendio con el mango por delante

-Dijiste que querías saberlo todo-dije dando un manotazo al mango del cuchillo que salió volando y lo escuchamos caer con estrepito al frío suelo de la cocina-Ahora vas a escuchar, dices saberlo todo de mí, pero yo no te pedí que te fijaras en mí de la manera tan malditamente protectora que lo hiciste, mi vida estaba bien sin ti

Miré a mi alrededor pero caí en la cuenta de lo que estaba buscando, no quería hacerle daño a Dean, a pesar de todo a pesar de cada maldita cosa que habíamos pasado no quería dañarlo así que me aferre al filo de la barra para evitar avalanzarme sobre él.

-¿Porque estás conteniendote? No querías acabar conmigo, vamos Alex hazlo termina lo que siempre fue tu meta-dijo mirandome fijamente a lo ojos

Negué con la cabeza y le di la espalda, casi corriendo subí las escaleras, tal vez sino me doliera todo el cuerpo podría ir más rápido pero la cabeza amenazaba con estallar en cualquier momento y él estaba corriendo tras de mi

-sólo alejate de mi-le dije mientras cerraba la puerta de mi habitación, sabía de sobra que eso no iba a bastar, escuché como Dean aporreaba la puerta y con un suspiro tomé el celular de mi mesilla de noche y envíe el último texto,

Dean irrumpió en mi habitación destrozando la puerta de repetidas patadas, lo estaba esperando sentanda en la cama, ya no tenía sentido huir de él, estaba cansada y sólo estaba conteniendo el aliento pero no pude evitarlo todos los recuerdos buenos me vinieron a la mente al verlo amenazadoramente parado delante de mí y una solitaria lagrima se escapo de mi ojo izquierdo.

-¿Ahora lloras? ¿Acaso algo de todo lo malo que hiciste te duele? Habla de una maldita vez-Dean me tomó por los hombros y me sacudió violentamente

-Si no te vas ahora, creerán que tú lo hiciste y enfrentarás cargos por dos homicidios-dije con un hilo de voz.

Por favor por favor mirame, sólo una vez más necesitaba ver sus ojos para poder encontrar la calma y tomar el valor que necesitaba.

-Yo te amaba-Dean tenía su boca a unos centimetros de la mía

Estiré mi mano y la pase suavemente por ese corto cabello rubio, cerro los ojos al sentir mi caricia.

-Y tú siempre dudaste que yo lo hiciera

-¿Lo hiciste?-preguntó con un dejo suplicante en la voz

-Como una loca-estaba recostada en sus brazos ahora y podía ver su pefecto rostro, las arrugas de preocupación en torno a sus ojos, la vista empezó a nublarse y un sabor asqueroso me subió hasta la garganta y salió por mi boca en un brote espeso, Dean abrió los ojos asustado

-¿Alex?....Alex-su voz estaba llena de pánico mientras me dejaba en la cama

-No....por favor-dije con una voz que ya no ser parecía a la mía, la sangre me llenaba la boca

Dean me volvió a tomar entre sus brazos y frunció el ceño al sentir la empapada sudadera negra que envolvía mi cuerpo, dio un tirón brusco y encontró las viejas tijeras que estaban en mi cuarto clavadas hasta el mango en mi estómago

-No....no....que hiciste-dijo horrorizado arrancando la sábana de mi cama 

-Terminé con tu sufrimiento-creo que esas fueron las palabras que salieron de mi boca

-¿Matarte era la única forma de hacerlo?-gritó

-Es mi forma de decir.....Te Amo

Pese a todo Dean me regaló la única cosa que valía la pena de mi vida, su media sonrisa y un último vistazo a sus ojos verdes. Inhalé y me deje ir.

VORÁGINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora