El Nuevo Compañero - Todomomo

Adiós Shomo...

Habían pasado aproximadamente 5 meses desde que Aizawa decidió hacerse cargo de la rechoncha mascota de Shoto y Momo; ambos habían regresado a sus rutinas habituales, aunque obviamente con algunas modificaciones, pues al ser ahora pareja hacían más cosas juntos, como la tarea por ejemplo.

Justo en los últimos dos meses tenían unas pruebas en la Academia que les exigían entrenar y estudiar aún más de lo normal, así que sus visitas a su gata habían cesado por la presión que tenían por sus estudios y esto no hizo más que desconcentrar a los chicos, pues sentían que algo no estaba bien y cuando intentaban preguntarle a su profesor, casualmente algo lo interrumpía y no podía darles explicación.
Así que decidieron que era momento de pausar todos sus estudios por un día e ir a ver qué rayos estaba ocurriendo.

Al llegar a la casa de su maestro escucharon bastante ruido dentro, aparentemente eran los demás gatos que Aizawa se dedicaba a recoger de la calle, así que esto los alivió un poco, pues sabían que Shomo y sus bebés estarían bastante acompañados.

Momo: —Ya quiero ver cómo se puso mi niña, ¿crees que sus hijos hayan crecido igual de grandes que ella, amor?

Shoto: —La verdad, no lo sé. Estoy un poco nervioso, hace mucho que no venimos a verlos, hace dos meses estaban muy chiquitos, es natural que ya hayan crecido, pero no tanto como ella.

Momo: —Tienes razón, la última vez que la ví estaba enorme jaja

En ese momento la puerta se abrió y su maestro se encontraba detrás de la puerta con unos cuantos arañazos en la cara y un semblante de pesadez.

Aizawa: —Oh... Son ustedes.
No esperaba verlos por aquí hoy, ¿qué no tienen que estudiar?

Shoto: —Sí, pero queremos ver a Shomo antes de nuestro examen final.

Momo: —Nos dará suerte, estamos seguros de eso!

La cara de Aizawa se entristeció un poco, pero tampoco quería darles la noticia tan fríamente, pues sabía que ellos le tenían mucho aprecio a ese animal y sí se enteraban de lo que pasó, les destrozaría e alma.

Aizawa: —Lo siento chicos, ahora no es buen momento, todos los gatos deben comer y créanme, se pone muy fea la cosa cuando eso pasa..

Shoto: —No sé tú, amor, pero yo no me iré de aquí hasta ver a nuestra niña.

Momo: —Yo quiero saber qué pasa, Aizawa-sensei, usted nos está ocultando algo.

Shoto: —Ya dígalo, sea malo o bueno lo soportaremos.

El mayor tomó un respiro profundo de aire y después lo soltó lentamente, miró a la pareja y después miró el suelo para ya por último hablar.

Aizawa: —Shomo murió...