El Nuevo Compañero - Todomomo

Pequeña Discusión

Después de rescatar al pequeño animalito, ambos chicos subieron a la habitación de Momo para discutir sobre la situación en la que se encontraban.

-Todoroki-san, ¿cree que debemos nombrarlo?
Preguntó la de coleta a su compañero, quien estaba sentado en el suelo jugando con el gatito.

-No creo que sea una buena idea, porque lo más seguro es que si lo nombras te encariñarás y querrás conservarlo.
Contestó él sin dejar de mover el juguete que en ese momento mordía el minino.

Ella lo miró jugando con el pequeño minino y no pudo evitar sonreír con ternura, pues a pesar del semblante serio del chico, se veía bastante entretenido al igual que su nuevo compañero.

-Lo sé, pero será más fácil entrenarlo así.

El chico volteó a mirarla rápidamente con una de sus cejas levantadas, extrañado.

-¿Entrenarlo? ¿Para qué?
Te dije que no podemos dejarlo aquí, si lo entrenas se acostumbrará a ti y será más difícil para ambos cuando se tengan que despedir.

-No lo voy a entrenar para quedármelo, sino para que se quede solo aquí y no salga a la sala.
Dijo mientras se acercaba al gato para acariciarlo pero la mano del muchacho ya estaba tocando el pelaje del felino, lo que ocasionó que ella posara su mano sobre la de él y comenzara a acariciar por unos instantes.

Al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, Momo apartó su mano rápidamente disculpándose con su compañero.
Él aceptó las disculpas y continuó jugando con el gato sin mostrar alguna reacción al tacto de la azabache.

Después de eso ella ya no sabía qué decir para romper el silencio que había en la habitación.

-Esta bien, lo entrenaremos.
Dijo repentinamente el chico, levantándose de donde estaba con el gato en brazos.

-¿Te refieres a que ambos lo entrenaremos?
Espera... ¿A donde te lo llevas?

Él la miró con su mirada seria de siempre.
-Pues a mi cuarto, se quedará conmigo.

-¿Con el permiso de quién?

-Con el mío.
Caminó hacia la puerta pero la chica lo detuvo tomándolo por su camisa.

-No Todoroki-san, él se quedará aquí.
Además, si lo sacas corres el riesgo de que alguien te vea y nos acuse con Aizawa-sensei...

-Tienes razón.
Bueno, entonces tú quedatelo.
Extendió su brazo para dejar el animal en los brazos de la chica.
-Volveré en media hora.

-¿A donde irás?
Ladeaba su cabeza hacia un lado, confundida.

-Compraré alimento para él.
Creo que tú te puedes encargar de lo demás.
Nos vemos en un rato.

Abrió la puerta y salió, dejando a azabache a solas con su nuevo compañero de habitación.

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Pues aquí terminó el tercer capítulo, espero que les haya gustado y que no haya sido muy corto uwu.
Nos vemos en el siguiente (?).

Bye bye (｡･ω ･｡)/