Capítulo 4: Quien le observa

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Crypto le observaba.

No literalmente. Pero observaba cualquier cosa que hiciera. Estaba bajo sospecha de ser cómplice de su padre por lo que debía actuar como siempre... pero actuar como siempre era más difícil que cualquier cosa.

Octane no estaba pasando su mejor momento. Se le notaba algo tirante y alicaído.

Trataba de disimularlo un poco con sus amigos.

Hoy había decidido ir de fiesta con la pandilla de leyendas. Por lo menos con los interesados en ir al bar de Mirage... y como, pese a llamarse a sí mismo Paraíso... este sitio era de todo menos un paraíso. Pero Mirage pronuncio las palabras mágicas: ''Os invito a unas copas en mi bar.''

Las estrellas se debían haber alineado para que dijera eso.

El Bar Paraíso era de todos los sitios, el peor sitio para llevar a las leyendas de Apex a tomar unas copas.

Había cogido algo de fama ya que era regentado por Mirage... pero quizás eso fue durante las primeras temporadas en las que participó. Ahora se veía como un sitio más con algunas mesas y el suelo lleno de cascaras de cacahuetes.

Por suerte, esta vez había una zona reservada de verdad. Más bien era una mesa de madera alargada con unos cuantos taburetes altos alrededor.

En serio.

No era decorador de interiores ni nada, pero este antro tenía el potencial de ser más agradable. Pero Mirage no estaba por la labor de invertir en algunas cosas decorativas.

Realmente no le gustaba mucho el ambiente de este sitio. Sus recuerdos de allí tampoco eran los mejores. Desde que Loba les pidió hacer misiones, hasta el hackeo del dron de Crypto o lo increíble que fue casi morirse sobre la barra de bar.

En aquél momento era divertido y todo, incluso ver a sus amigos montando sus piernas como si fuera un puzzle...

—¡Ey, peña! ¿Qué os contáis? —dijo Rampart saliendo de la trastienda.

Ay estaba una de sus compadres. Algo egocentrista, pero buena gente.

Rampart tenía su taller en la parte de atrás del bar. Todavía no se creía que Witt le hubiera alquilado una zona. Por lo visto sucedió algo entre ellos dos y Wraith. Pero no tenía más información.

Hablando de información.

Le gustaría poder conseguir más información para darle a Crypto. Pero como Octane, tenía las manos atadas para eso. Cualquier cosa sospechosa estaba prohibida.

Era frustrante.

—¡Ey, O! —le llamo Lifeline — Entiendo que no te guste este sitio, pero tampoco es para ponerte así.

—Este sitio aburre. Quizás estaba más divertido cuando íbamos a buscar piezas por otras dimensiones —comento Octane.

—Uff... No quiero ni recordar aquello —decía Wattson encogiéndose al recordar aquel susto.

Lo veía normal.

La chica rubia había sido la que salió más perjudicada de esas misiones. Después de salir dañada de una de ellas a sufrir que una persona con la que se llevaba bien, Crypto, fuera acusada y que resultó ser una artimaña de otra persona con la que solía llevarse bien, Caustic.

Aquello fue un quebradero de cabeza para todos.

—Nadie querría posiblemente —comentó Lifeline —. Incluido Mirage. Querría olvidar que Crypto se ve mejor con treinta y un años que él con treinta.

Lágrimas SilenciosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora