Cuando despertó, tenía un fuerte dolor de cabeza.
Estaba algo aturdido y mareado, pero logro distinguir las paredes de una nave y el movimiento de esta. No reconocía la nave.
Estaba tumbado en uno de los sofás-asientos de la nave.
Al levantarse un poco la mirada se dio cuenta de que estaba dormido sobre la pierna de alguien.
Miro hacia arriba.
Crypto estaba allí. Pero parecía haberse dormido. ¿Qué hacía ahí?
Es más, Octane llevaba puesto el abrigo de Crypto.
Al mirar a otro lado descubrió a Wraith dormida con los brazos cruzados mientras Wattson se apoyaba en su hombro igual de dormida. Y apoyada en la rubia Lifeline también estaba allí durmiendo.
Estaba algo confundido. ¿Qué estaba pasando? Parecía que se había despertado en la hora de la siesta. ¿Pero dónde estaba? ¿Qué había pasado? ¿Y por qué se sentía como una mierda?
Se incorporó para poder sentarse mejor.
Inmediatamente, llevo su mano a la sien tratando de amenizar un poco el dolor de cabeza que tenía. Casi parecía que todo daba vueltas como una peonza o aun atracción mecánica, pero no en el sentido divertido de esta.
Su vista se calvó en sus piernas biónicas a la vista y sin llevar mascara.
Oh mierda... pensó.
Crypto le había visto con las piernas biónicas y sin mascara. Por no decir que Lifeline y Wattson estaban allí también.
Ahora tendría que dar muchas, pero que muchas explicaciones.
Una mano se posó en su hombro.
Alzo la mirada un poco para ver que Crypto se había despertado. No pudo sostener su mirada y apartó la suya tratando de rehuir esos ojos capaces de juzgarle.
—¿Estas bien?
Esa pregunta le había llevado demasiado lejos.
Y sin embargo, parecía imposible ignorarla o mentir en eso.
Negó con la cabeza.
—Crypto, yo... —trato de explicarse.
—Está bien. No pasa nada.
—Lo siento...
Los brazos del hacker le rodearon y le abrazaron.
Esto le pilló por sorpresa. Pero ahora mismo, necesitaba de sus abrazos. Necesitaba saber que todo estaba bien, que todo iba a estar bien.
Se giró y hundió su cara en el hombro de Crypto.
—¿Que... qué ha pasado? —preguntó el joven.
Realmente no tenía ganas de saberlo, pero... tenía que saberlo para entender que ha pasado.
—Metí otra vez la pata, ¿verdad?
—No lo has hecho —dijo Crypto —. Todo está bien, ¿vale?
—No... —dijo con voz quebrada —No lo está. Te mentí... lo siento.
Crypto acarició la nunca del joven tratando de tranquilizarle.
—No te preocupes. Ya te lo dije, no estoy enfadado.
—Entonces, decepción.
—Tampoco. No estoy decepcionado.
—¿Entonces qué?
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Lágrimas Silenciosas
FanfictionLas dudas que había levantado sobre su padre en aquella fiesta de Cheverex le carcomían por dentro. Pero lo que realmente le pesaba, es el no saber que hacer realmente. Quería saber que era lo que realmente tenía su padre entre manos, encontrar pru...