Capítulo 15: Cuchillo de doble filo

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La mañana siguiente estaba tranquila.

Despertó en medio de la cama, cubierto todavía por el edredón. En cuanto recordó donde estaba, rápidamente busco con la mirada a quien había dormido con él. Pero allí no estaba Crypto.

Se incorporó un poco para ver mejor que en la cama solo estaba él.

Revisó un momento su brazo. Por suerte, no se remangó por la noche mientras dormía, lo cual era un alivio.

Estiro sus brazos hacia delante buscando despejar un poco ese sueño que todavía persistía en él. Sus brazos se dejaron caer sobre su regazo.

Un sonido le llamó la atención.

Hack subía por el hueco de las escaleras para darle los buenos días.

En cuanto se le acercó, Octane lo empujo con el dedo hacia atrás. Le resulto divertido como este parecía perder por unos instantes el equilibrio y de nuevo volvía a acercarse.

Quizás Crypto mando al pequeño dron a despertarle. Unos minutos tarde ya que este estaba despierto. En parte. Sus mañanas no solían ser tan lucidas.

Se levantó y, seguido del dron, bajó las escaleras.

Enseguida un olor familiar le llenó las fosas nasales.

Crypto, como no podía ser otra cosa, estaba sentado en su silla frente a su ordenador. En cuanto bajó, sus ojos se posaron en el joven recién levantado.

—Preparé café, ¿quieres?

—No hay mejor forma de empezar el día —comentaba el joven sonriendo.

Después de un desayuno tranquilo, Crypto dijo que tenía que ir a revisar lo que su ordenador había encontrado. Por su parte el joven subió para volverse a vestir. Por mucho que le encantase el pijama que Crypto le dejó, sobre todo porque era de Crypto, prefería llevar su ropa normal.

Esta noche había sido rara. Muy rara.

Había dormido al lado de Crypto casi como lo hacían las parejas. Y eso que no llevaban tanto tiempo saliendo.

Mientras se cambiaba en el baño miro su tatuaje.

Anoche no lo pensó tanto, pero hoy... sentía de nuevo esa molesta sensación que le dejo la frase de Wattson.

Movió la cabeza a ambos lados y se puso la sudadera de nuevo.

Al bajar, Crypto seguía allí mirando las pantallas.

—¿Alguna novedad? —preguntó Octane.

—Si —responde —. La fundación es falsa.

—¿Qué?

—Dejé al ordenador buscando registros de propiedades. Normalmente, suelen tener los registros de los colegios, refugios, comedores que las fundaciones construyen. Además de financiarse de donaciones de parte de la gente. Bien, pues no hay rastro de que tenga propiedad alguna.

—¿Qué?

—Salvo una, un almacén en las afueras.

—¿Todas esas cosas que dicen haber hecho en su web es... falso?

Crypto puso en pantalla la web de dicha fundación.

—Es un truco.

En cuanto metió un código, la web se transformó en otra muy distinta. Una página en negro con un gran logotipo que nunca había visto antes.

No tenía tanto contenido como la que antes había visto, solo ese logo y poco más.

—¿Qué es eso?

Lágrimas SilenciosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora