Capítulo 11: El beso de la victoria

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¡Bum!

Bangalore cayó al suelo con una bala en su cabeza sin apenas ser consciente de absolutamente nada.

¡Bum!

Caustic se giró para ver a su compañera en el suelo. Mala suya el no agacharse porque otra bala surco su cabeza. Octane tenía que decir que dispararle a él era más satisfactorio que a cualquier otra leyenda.

¡Bum!

Rampart trato de ponerse a resguardo cuando una bala le atravesó el hombro. Al no tener escudo, estaba demasiado vulnerable.

Entonces Crypto salió del escondite y comenzó a tirar granadas a donde Rampart estaba escondida.

Una voz por megafonía sonó.

—¡Ya tenemos nuevo campeón de Apex! —dijo la voz.

—¡¡OW!! —grito Octane desde el suelo— ¡Lo logramos, compadre!

Crypto sonrió levemente para sí y luego volteó hacia Octane el cual seguía en el suelo metido en el escondite.

—Eh —le llamó.

Crypto le estaba tendiendo una mano.

El joven dudo de tomarla o no. Ahora mismo no era Tavi y la amabilidad en Crypto era rara.

Pero en cierto modo estaba contento.

Habían ganado. Juntos. Crypto y Octane. Octane y Crypto. Se habían aliado para lograr lo imposible demostrando lo buen equipo que formaban. Incluso habían honrado a Pathfinder ganando también.

Octane alargo su brazo para tomar la mano de Crypto y este tiro de él para sacarlo de allí. En un rápido movimiento del hacker, paso el brazo de Octane por encima de su hombro para poder ayudarle a caminar mejor.

Esto fue algo sorpresivo para Octane.

—Tenías razón —comenta Crypto.

—¿Eh?

—Aun podíamos ganar —se limita a decir Crypto.

Vieron la nave aparecer entre el anillo.

Entonces vio como Crypto buscaba algo en el cielo. Octane también miró, pero no encontraba nada. Oh quizás...

—¿Buscas una cámara? —pregunto el joven.

—No.

—¿Seguro? Las cámaras se hacen invisibles. ¿Acaso quieres mirar a una para que alguien de fuera te vea? —preguntó con voz picarona.

¿Ese alguien era él?

Crypto solo suspiró.

Ambos se fueron acercando poco a poco a la nave que estaba aterrizando.

Las capsulas de regeneración donde estaban los otros tres segundones fueron cargadas dentro de esta nave para que pudieran descansar hasta recuperarse del todo. Eran prioridad.

De la misma nave una joven morena y un gran hombre recién regenerados salieron para socorrer a ambos.

Crypto estaba en perfectas condiciones, había usado el Kit Phoenix que Octane le dio. Pero Octane, pese a tener los escudos al completo, estaba algo magullado por no hablar de que literalmente apenas podía mantense en pie solo con una pierna funcionando.

Gibraltar se acercó a Crypto para relevarle.

—Ya me encargo yo, colega —dijo el hombre agarrando el otro brazo de Octane y pasándolo por encima de sus hombros.

Lágrimas SilenciosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora