Capítulo 7: Tacto cálido

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—Te has hecho daño, ¿verdad?

—Oh, ¿Esto? No es nada —dijo el chico.

Pero el hacker insistió.

Le agarro el brazo derecho para que le mostrara la mano. Retiró el guante y la manga negros que tenía este para ver una herida en este. Un corte, posiblemente con algo que habría cerca de cuando tiró de la alfombra. No era muy profundo, pero había empezado a salir bastante sangre.

—Solo ha sido una herida de nada—comenta de nuevo él —. Se me pasará.

Pero Crypto no parecía conforme con las palabras del chico.

—Ven —ordena.

En cierto modo, el joven respiro aliviado. Pensó que Crypto había visto su tatuaje de ''Plus Ultra'' que tenía en el brazo izquierdo. Era su único tatuaje, pero tenía que esforzarse en ocultarlo.  

Crypto le llevó rápidamente a su casa.

Sorprendentemente quedaba cerca por lo que no les costó llegar andando.

Octane se maldijo por haberse hecho daño.

Qué él se hiciera daño no era la gran cosa. Qué fuera atendido por Crypto sí. En cuanto se dio cuenta Crypto traía un pequeño botiquín. Fue a quejarse de nuevo, pero antes de que pudiera decir algo, Crypto le ordeno sentarse en el sofá.

Posiblemente, sea la primera vez que le vea sentado en su propio sofá.

Agarro con gentileza la mano del joven y retiro de nuevo la manga del abrigo. Con un algodón y alcohol medico comenzó a limpiar la herida.

El alcohol sanitario escocia un poco. Pero Octane estaba acostumbrado a esa sensación.

Y sentía que el silencio se hacía pesado.

—Lo siento... suelo ser algo torpe.

No sabía si eso era una mentira o una gran verdad. Quizás ambas.

—Para ser torpe, has sido de ayuda —respondió Crypto sin quitar atención en sus tareas médicas.

—¿En serio?

—Tu encontraste la puerta oculta en la pared. También fuiste quien hizo tropezar a ese chico. Estuviste bien.

—Supongo que... gracias.

—Tampoco se te suba a la cabeza. Todavía no hemos hallado nada importante —le dijo el hacker —. Todavía tienes que seguir comprobando las cuentas bancarias de los Silva.

—Después de todo esto, creo que voy a apreciar mucho los números en la pantalla.

Entonces vio algo muy poco común. Crypto esbozo una pequeña sonrisa en sus labios, casi imperceptible.

Octane sentía como que esa sonrisa era un evento casi ficticio. No recuerda verlo sonreír con otras personas, salvo con Natalie. Quizás solo le había hecho gracia su chiste.

La mano del hacker era cálida y firme.

Octane no quería apretarla ya que eso podía molestar al hacker. Aun así, se sentía a gusto con él tomándole de la mano. Al menos... él no le juzgaba y le tomaba en serio como adulto que era.

Una sensación cálida le invadía.

—Dime una cosa —hablo el hacker tomándole por sorpresa —. ¿Por qué haces esto? ¿Por qué quieres la información de Silva?

¿Por qué la quería?

Ni el mismo sabía como responder a esa pregunta. Siquiera sabía que haría con esa información una vez la tuviera.

Lágrimas SilenciosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora