Clariss
Me invaden unas ganas inmensas de volcar la mesa e irme, pero me resisto.
No conseguiría nada al hacerlo.
Continúo comiendo como si nada, él intenta entablar una conversación y yo no pongo de mi parte.
Lo ignoro.
Termino de comer y me levanto sin mirarlo.
—Buenas noches, Pasamontañas —digo mientras doy media vuelta.
Jamás escuchará su nombre de mis labios.
Siempre será Pasamontañas.
Hago dos pasos y escucho a mi espalda:
—Descansa, Clariss.
No intenta detenerme ni me recrimina por el apodo.
Hubiera querido que dijera algo, por ejemplo, que lo llame por su nombre.
En mi habitación me desvisto y me meto debajo de las sábanas. Escucho que alguien cierra mi puerta con llave por fuera.
Dormiré para olvidar la situación en la que me encuentro.
~~~~~~~
En la noche sueño con pasamontañas, frenadas de autos y personas que se acercan de modo amenazante hacia mí.
Despierto de golpe con la respiración agitada, y mi corazón latiendo con fuerza.
Miro todo a mi alrededor. Veo una chica frente a mi cama, Roux, y recuerdo mi realidad.
Una que es peor que la pesadilla que tuve.
—¿Estás bien? Hablabas dormida —me mira preocupada.
—Sí, estoy bien —fuerzo una sonrisa.
—Te traje el desayuno —señala la bandeja que está en el mueble detrás de ella.
Otro día inicia y me pregunto quién es ella y qué hace aquí.
—Gracias —murmuro sin dejar de observarla y se va cerrando con llave.
Quisiera hablar con ella, pero aunque se ve amable, no me parece muy accesible.
Me levanto y me dirijo al baño. Luego lleno la tina de agua fresca.
Quiero despejarme un poco de aquel sueño y enfrentar el día lo mejor posible.
Al terminar, seco mi cuerpo y busco unas bragas en los cajones. Saco unas azules y me las pongo.
Del placard saco un vestido blanco.
El tiempo transcurre muy lento, no tengo mucho que hacer y Roux solo volvió cuando dejó la bandeja con el almuerzo, y se llevó la de desayuno.
¿Dónde estará Pasamontañas?
El aburrimiento me puede. Me levanto y, con el corazón acelerado, voy hacia los cajones que contienen aquellas cosas pecaminosas.
No debería, pero me da curiosidad probar algo de lo que hay allí.
Reviso el vibrador, pulso sus botones y funciona. Me quito las bragas y me siento en el borde de la cama, luego acerco el vibrador encendido a mi clítoris.
El placer que me da aquel primer contacto me hace caer de espaldas a la cama, retorcerme y gemir.
Es una auténtica delicia.
Mi centro se aprieta con violencia mientras el vibrador abarca todo mi clítoris.
Con la mano libre apreto y tiro de mis pezones a través del vestido.
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Destino sin opciones © [Editando]
Short StoryHistoria corta (DarkRomance) de 1000 palabras por capítulo. Sinopsis: El destino sorprende de muchas maneras. Buenas y malas, o aterradoras. Es difícil decidir lo que mejor se ajusta a esta historia. Clariss Galen es una chica normal, y tranquila qu...