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P O V ~ L A N A

Había ido a la empresa donde trabaja ____, Young K me había invitado. Supongo que por alguna buena razón.

Toqué la puerta del estudio y él sonrió palmeando el asiento a su lado.

Me senté y empezó a tocar la guitarra.

—¿Vas a cantar? —pregunté antes de dejarlo empezar.

—¿No puedo? Estamos en un estudio de música... generalmente podría. —me vio mientras seguía tocando pero no cantando.

—Por supuesto que puedes —me empecé a poner nerviosa— ¿pero qué vas a cantar?

—¿Me dejas cantar?

—Pero ¿qué vas a cantar?

—No lo sé, te pedí que vinieras porque cuando veo tu rostro esta melodía es la que viene a mi mente, entonces ahora necesito verte más para tener la letra.

Seguía tocando y viéndome fijamente. La melodía si era muy linda, me conmueve saber que transmito esa clase de vibra.

—Quédate un rato más —me pidió dejando de tocar— quiero terminarla.

Mi rostro estaba rojo, me tragué el orgullo asintiendo.

Luego de eso no lo pude ver más, él estuvo escribiendo la canción pero no llamó, no me escribió, casi como si se lo hubiese comido la tierra

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Luego de eso no lo pude ver más, él estuvo escribiendo la canción pero no llamó, no me escribió, casi como si se lo hubiese comido la tierra.

Decidí concentrarme en la mudanza y ser yo la que no tiene tiempo.

Mi amiga dejó pasar al muchacho que apareció de pronto, tenía un ramo de flores rojas.

—Quería comprar flores de otro color pero me dijeron que el amarillo significa amistad y no quiero arriesgarme —me lo extendió.

Alcé las cejas. ¿Qué clase de confesión es esa? ¿Es un nuevo método del nuevo siglo?

—Empieza a salir conmigo, oficialmente —me sonrió, temblaba un poco. Agarré las flores antes que se deshojaran por su temblor— digo, como citas, cuando tenga la canción lista te propon- finge que no escuchaste eso —cerró los ojos dándose cuenta de su error.

—Aceptaré esto pero tardaste mucho, ya te lo iba a proponer yo...

—¿En serio?

—No, mi orgullo no me dejaría —examiné alrededor buscando un florero y él me abrazó— ¿me ayudas a empacar? —pregunté abrazándolo.

—No tienes que preguntar. Podemos considerar esto nuestra primera cita de varias.

—La segunda será la mudanza, ya vamos serio —dije burlona.

Me dio un beso en la mejilla.

—Ya la tercera te presento a mis padres —comentó divertido. Lo vi asustada— es broma, a la tercera nos mudamos juntos.

—No puedo contigo.

Él solo reía burlándose de mí.

MOON U; Youngjae GOT7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora