____ se muda a Corea con su mejor amiga y busca trabajo como maquilladora. Va a una entrevista en JYPE donde le dicen claramente que no se admitirían fans de las bandas que ahí trabajan, ella enojada oculta su amor por su banda favorita y hace su ma...
Cuando dicen que GOT7 es un torbellino creo que no hay nadie que lo pueda negar. Los chicos se estaban preparando para una entrevista y empezaron a molestarse unos a otros, Bambam se movía tanto que no podía terminar de ponerle base.
Cuando terminé mi superior me señaló a Youngjae que veía su celular pensando en algo más.
—Permiso —dije bajito llamando su atención y él me vio, bajo su celular sentándose en posición correcta. Agarré la brocha más pequeña y pinté sus labios.
Ahora me pregunto por qué todos los libros que leí en Wattpad pasan por mi mente.
—¿Estás bien? Tienes los ojos aguados —interrumpió Youngjae.
—Oh, es mi alergia. Disculpa.
¿Cómo puedo ser tan llorona?
—Ya terminé —sonreí y él asintió.
Me volteé y de pronto me encontraba bañada en soda.
Vi a Yugyeom que se veía sorprendido con la lata en la mano.
—¡¿Otra vez?! —grité sorprendida y me vieron los siete con recelo, me corté a mi misma— arruiné una camisa esta mañana, ahora dañé esta que es de mi amiga —hablé como si fuese para mi misma, espero que funcione.
—Yugyeom deja de tomar cosas con gas —reclamó Bambam.
—Bueno, ya terminé... iré a cambiarme —mis superiores ya habían salido, solo quedaba el manager de los chicos y yo.
—Te podemos buscar algo de la empresa —ofreció Youngjae. Negué.
—Está bien, perfectamente.
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Luego que estuvieron listos, los chicos ya estaban alborotados, eso quiere decir que no dejaban de hacerse bromas y empujarse unos con otros. Youngjae se reía como loco de lo que decían Yugyeom y Jackson, en eso en un empujón Youngjae se chocó con un mueble golpeándose en la cara, los chicos voltearon sorprendidos cuando gritó.
Corrí a verlo, me agaché a su altura y sostuve su mano quitándola de su rostro para ver qué tan malo era.
—¡JACKSON WANG MIRA LO QUE LE HICISTE A YOUNGJAE! —grité alterada, busqué algo frío para ponerlo en su rostro, los chicos se quedaron congelados en su sitio muy apenados.
—Oye... perdón no vi eso ahí... —empezó Jackson, con mi mirada volvió a hacer silencio.
—¿Estás bien? —pregunté sobando su mejilla.
—Si, tranquila, no creo que sea tan malo —se levantó, luego de analizarlo y asegurarnos que podía ir así a la compañía para terminar de tratarlo, volteé a ver a los chicos de nuevo. Me seguían viendo apenados como si hubiese sido a mi.
—¿Qué?
—Pensé que no memorizabas nuestros nombres aún... y no recuerdo decirte mi apellido —dijo bajito Jackson, todo mi cuerpo de pronto se enfrió como si me bañaran en agua.
—Vaya, qué hora es, cuídense, es mi hora de salida.
Agarré mis cosas saliendo del sitio. Debo dejar de abrir la bocota porque habrá un momento donde no me podré ir para arreglar lo que acabo de arruinar.
