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—¿Estás bien?

Lana me veía dar vueltas en el piso una y otra vez. No podía evitarlo, estaba muy feliz, tengo que sacar de mi la felicidad.

Brinqué, chillé, bailé, ahora solo me queda dar vueltas encima de la alfombra.

—Estoy mejor que nunca antes de mi vida.

Lana alzó las cejas comiendo su gimbap que dejó Young-hyun para ella en la puerta de la casa. El cantante no pudo esperarla por mucho y se fue para cumplir su horario.

—¿Pasó algo interesante a las 2 de la mañana? —mi amiga me dio un gimbap mientras se sentaba a mi lado.

—Besé a Youngjae —sonreí. Me vio con la boca llena pero sus ojos expresaron su grito.

Cuando llegué a la empresa en la tarde todo se veía más lindo, el edificio más azul, los árboles más verdes, los pájaros más blancos

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Cuando llegué a la empresa en la tarde todo se veía más lindo, el edificio más azul, los árboles más verdes, los pájaros más blancos.

Llegué a ver a los chicos de Stray Kids que me saludaron vivazmente como lo usual.

Abrí mi maleta de cosméticos, hoy planeo hacerles una exfoliación a los chicos que cuando les comenté que sé cómo hacerlas me la pidieron en uno de sus días sin horario.

—Hola, hola —me abrazaron por detrás, miré el espejo frente a mi para confirmar que es Youngjae, él simplemente puso su rostro en mi hombro viéndome a mi.

—Buenas tardes —No puedo evitar sonreír, solo verlo me hace querer sonreír ampliamente.

—¿Dormiste bien? ¿No estás muy cansada hoy?

Su voz me causa cosquillas en el cuello por lo que no puedo evitar inclinarme un poco de lado riendo.

—Comiendo frente a los pobres eh —dijo Jackson entrando al lugar. Intenté separarme de Youngjae pero él no se movió, hasta apretó su abrazo.

—Ey —susurré algo avergonzada. Me dio un beso en la nariz y me dejó ir. Empezó a reír mientras mi cara se tornaba totalmente roja.

—Ni un poco de respeto hay en esta casa —se quejó JB haciendo que la risa de Youngjae fuese más fuerte.

Empecé el tratamiento exfoliante de los chicos. Mark se quedó dormido en pleno proceso, a mi también me gustaría que me exfolien y masajeen la cara tanto como para dormirme.

Para bromear un poco les puse pepinos en los ojos.

—Aléjalo de mi —Youngjae me veía con miedo cuando vio que se los puse a los demás.

—No te los tienes que comer —dije acercándome a ponerle las cremas a él, los otros chicos estaban acostados o sentados alrededor de la sala.

—Tampoco los quiero en mis ojos.

—Debes trabajar tu relación con el pepino —me burlé, me veía fijamente mientras masajeaba su rostro— si me sigues viendo tanto me veré obligada a usar el pepino.

—No te atrevas.

Sus cachetes son muy suaves y tiernos, sus ojos estaban casi cerrados por culpa de su sonrisa, se siente tan bien poder detallar sus facciones. Su cabello caía de lado a los costados de su rostro debido a que está reclinado en la silla.

No me pude aguantar de agarrar sus mejillas y le darle un pico. Él no se inmutó solo me vio sorprendido.

—Yo... —antes de poder excusarme él agarró mi rostro y me acercó a él dándome otro pico.

—No sabía que podía —dijo sonriendo.

—¡Más respeto frente a sus mayores! —nos regañó Jinyoung— otra vez —negaba la cabeza con desaprobación— míralos —chasqueó la lengua mientras volvía a su posición poniéndose los pepinos en los ojos.

MOON U; Youngjae GOT7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora