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Capitulo 4: La mascara de piedra.

Los deslumbrantes rayos de sol que se asomaban por la ventana, despiertan al rubio Omega, quien con pesadez se levanta y se dirige a su habitación a asearse. Al terminar, baja hacia el comedor y desayuna lo que los sirvientes le sirven.

Después de degustar todo su desayuno, sube hacia la habitación de su padre, tocando la puerta justo antes de entrar.

-Padre, ¿ya has despertado?

-Dio.- Sonríe.- Pasa, pasa. Desde que Jonathan se fue ayer y como no has venido a verme en dos días, me he sentido muy solo últimamente.

-Lo lamento, padre. Es solo que he estado un poco cansado.

-¿Cansado? ¿Te encuentras bien?

-Si, estoy bien. Solo es un poco de cansancio, no es nada. No puedo decirle que Jojo me ha prohibido el venir a verlo.

-Dio...- Lo mira con preocupación.- No quiero sonar entrometido, ¿pero cuándo fue tu último celo?

-¿Mi último celo?- Pregunta sonrojado.

-No tienes que responder si no quieres, solo-

-No te preocupes, padre.- Le sonríe comprensivo.- Mi último celo fue hace más de dos meses, pero no creo que sea por eso, padre.

-Entiendo. Si necesitas algo, no dudes en pedirlo.

-Por supuesto.- Toma la mano del Joestar.- Por cierto, padre. ¿Sabe a dónde fue Jojo?

-Oh, dijo que iría a Londres, hacia Ogre Street. No me dijo a que, pero-

-¡¿Qué?! ¡¿Fue a Ogre Street solo?!- Pregunta exaltado.

-¿Por qué? ¿Qué sucede?- Pregunta preocupado.

El Brando respira, tratando de tranquilizarse.

-No es nada, estoy seguro que Jojo estará bien.- Dice nervioso.- Más le vale.

-Veo que te preocupas mucho por Jojo.- Habla con una gran sonrisa.- Dio, cuando llegue el momento, prométeme que siempre estarás con Jojo.

-¿De qué hablas? No me asustes, padre.

-Dio, prométemelo.- Lo mira serio.

-Te lo prometo.- Acaricia sus manos.- Si Jojo me quiere a su lado, siempre estaré ahí para él.

-No tienes que preocuparte por eso, estoy seguro que ustedes se podrán llevar bien.- Se acerca al rubio para poder susurrarle.- Como hermanos y... como Alfa y Omega.

Completamente sonrojado, el omega se separa de su padre nervioso.

-Lo lamento, padre, pero Jojo y yo no tenemos esa clase de relación.

-Lo sé. Pero eso no significa que no la tengan en un futuro.- Vuelve a tomar al rubio de las manos.-Lo supe desde la primera vez desde que los encontré discutiendo por Danny. Ambos tienen ese mismo brillo en sus miradas cuando se ven, así como lo teníamos mi esposa y yo. ¿Sabes lo que eso significa, Dio?

-Y-Yo...- Abraza a su padre.- Lo lamento, padre. Se que esta mal, Jojo es mi hermano, yo no-

-Te equivocas, Dio.- Acaricia el cabello rubio con ternura.- No hay nada de malo con amar, y aunque lo odiases, el destino siempre hallará formas de volverlos a juntar, en esta o en sus otras vidas.

Dio paso toda la tarde en la habitación de su padre, siendo acariciado gentilmente por este, quien sonreía gustoso por su cachorro. Por qué si, para George, Dio era y siempre será, su pequeño cachorro.

Jonathan Joestar | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora