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Capitulo 11: Nuestra noche.

Los fuertes gemidos agudos del Omega, retumbaban por toda aquella habitación, llegando así hacia los oídos de cierto Alfa, quien excitado, expulsa en abundancia sus intensas feromonas que embriagaban al rubio recostado en aquella gran cama.

-Dio~ Susurra en su oreja pálida.- ¿Estás seguro de esto? A-Aún podemos parar...- Dice, olfateando en profundidad el cuello blanquecino, de quien se retuerce en gozo ante esto.

-Yo lo quiero~

Ante tal respuesta, el más grande toma los labios rosados del Omega, quien solo atina a corresponder el beso entre gemidos ahogados, recorriendo también sus grandes manos por toda la figura debajo de él.

En un recorrido de besos, el Joestar baja hacia el pecho del Brando, parando justo enfrente de esos botones rosados, los cuales se encontraban erguidos. Con lamidas y pequeños mordiscos, ataca con gentileza aquella parte, sintiéndose orgulloso de sí mismo al sentir al rubio retorcerse de placer.

Sin dejar de lamer sus pezones, Jonathan baja una de sus manos hacia la extensión del Omega, empezando un lento vaivén de arriba hacia abajo, toqueteando con uno de sus dedos el glande.

Ante tanta estimulación, Dio expulsa grandes cantidades de lubricante natural, siendo un olor atractivo para el Alfa, quien dejando de lados sus pezones, baja hacia el trasero del rubio, observando con intensidad aquel pequeño agujero que se contrae ante su vista.

-Dio~ Yo...- Traga saliva.

-Hazlo~ Por favor, Jojo~ Susurra en súplica, abriendo más sus piernas para el gusto del peliazul.

Con la aprobación por parte del Brando, Jonathan acerca su rostro a aquella parte sensible y comienza a lamerla por alrededor, saboreándose por su sabor, mientras los gemidos del Omega se escuchaban de fondo. Al lamer casi por completo el lubricante, el Alfa introduce su traviesa lengua en el ano del más bajo, quien pega un fuerte grito ante el placer recibido.

-Más~ ¡Dios mío!

Ante la labor del Alfa, el esperado climax llego, siendo expulsado a chorros aquel líquido viscoso transparente, manchando gran parte de su pecho agitado por su respiración.

Al recuperar un poco su aliento, toma el rostro del Alfa y estampa sus labios con los contrarios, probando así su propia esencia.

Ante la indeseada falta de aire, se separan del uno con el otro con sus mejillas sonrojadas y sus ojos dilatados, los cuales no dejaban de observar al contrario.

-Eres tan hermoso, Dio... Tu piel pálida, tu cabello rubio, tus ojos rojos como piedras preciosas y tu actitud fuerte ante los demás, todo tu me encantas.

Pequeñas gotas saladas salen de aquellos ojos rojos, quienes observaban esos color azulado.

-¿Por qué lloras, Dio? ¿Dije algo que no te gustó?- Habla preocupado.- Perdóname, no lo volveré a decir.

Toma con gentileza el rostro del Alfa y sonríe.

-No es eso. Es solo que nunca imaginé que algún día estaríamos juntos como ahora... Me hace tan feliz que no puedo evitar llorar.

Jonathan sonríe con cariño, acariciando la mejilla pálida del Omega.

-Y estaremos así por siempre.- Lo abraza.- Yo estaré a tu lado, Dio. Te prometo que te amaré toda la vida.- Lo besa con amor, siendo correspondido de igual manera.

[...]

La mano pálida del rubio toqueteaba con suavidad aquel bulto en la ropa apretada del Alfa, quien soltó un placentero gruñido ante esto.

-D-Dio~

Con ambas manos, saca el miembro del Joestar de su apretada ropa, observándolo maravillado ante su gran tamaño. Acercando su rostro a aquella gran extensión, comienza a lamerlo desde su glande hasta la base, mientras introducía sus dedos en su propia entrada; Sin embargo, estos son retirados de esta por el peliazul, reemplazándolos por los suyos propios, los cuales los metía y sacaba y hacía movimientos de tijera, robándole fuertes gemidos a Dio, los cuales ahogaba en su pene.

-¡Jojo!- Grita ante los largos dedos del Alfa que lo penetraban, que tocaban con insistencia su próstata. Al ver que le era imposible el lamer el pene de Jonathan por sus gemidos, lo toma con su mano izquierda y empieza un rápido vaivén de arriba hacia abajo, consiguiendo así fuertes gruñidos del Alfa, que en consecuencia aumentó la velocidad de sus penetraciones.- ¡Dios!- Con fuertes contracciones, abundantes chorros de semen salen disparados de ambos miembros, manchándose en el rostro con el del Alfa y manchando con el suyo el abdomen de este. Su cuerpo cae rendido encima del peliazul, quien lo acomoda en la cama y lo abraza con fuerza mientras besaba su frente con cariño.

-Siempre estaré para ti. Lo prometo.

Sin embargo, el Omega no contestó, pues cayó profundamente dormido entre los fuertes brazos de su Alfa, sintiéndose protegido por estos.

-No importa en qué vida... Yo siempre te amaré. 

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Bueno, lo prometido es deuda. Corto y no me salió como esperaba, pero espero comprendan que es mi primera vez escribiendo un fanfic y mi primera vez escribiendo una escena +18. Espero que les haya gustado, y vendrán más capítulos como este o más fuertes 7w7r ya ustedes saben.


Datos pa' los que quieran saber:

1.- El semen de los Omegas es transparente, pues este no contiene espermatozoides al ser ellos los que tienen que ser fecundados, no ellos a otros.  Espero me haya entendido. El semen de los Alfas y betas (macho) es normal, de color blanco traslucido.

2.- La ultima frase que esta de color negro fuerte, es el Alfa de Jonathan hablando. Quería dejar esto en claro por si no lo habían captado, aunque siempre lo pongo así cuando el lado animal se manifiesta.

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Por favor dejen una estrellita si les gustó y un comentario de que fue lo que les pareció el capitulo.

Cualquier falta de ortografía que ustedes vean, no duden en decirme y tratare de corregirla lo más rápido posible, gracias.

-Trelí Agápi.

Jonathan Joestar | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora