Jonathan Joestar | Omegaverse

16

Multimedia: Imagínense a Jonathan con cabello café y ojos color jade, así es Jonh.

Capitulo 16: Nuestro pasado-Parte 3/?

Bajo aquel manto estrellado de la noche, rodeados por grandes árboles que se mecían con el poco viento del lugar y siendo únicamente los ruidos de los animales nocturnos, sus jadeos y sus pisadas los que se escuchaban entre tanto silencio, ambos jóvenes corrían con desespero y medio.

El mayor de ellos, quien iba detrás del menor, volteaba su mirada hacia atrás constantemente, asegurándose así de que nadie los estuviera siguiendo mientras no perdía su atención del rubio delante de él, quien al igual que él, corría con cansancio.

-Dio...Detente.- Habla entre jadeos.

Pero el Omega no pareció escucharlo, pues continuó con su andar.

-Es suficiente, Dio... Nos encontramos muy lejos, ya nadie nos sigue...

Dionel parece comprender sus palabras, deteniendo sus pasos, pero sin girarse a verlo.

-Busquemos por los alrededores un lugar donde pasar la noche.- Lo toma de la mano, sintiendo así el fuerte temblor en el menor.

-¿Por qué...?- Solloza.

-Dio...

-¿P-Por qué le hicieron eso a nuestra familia...? E-Ellos... Ellos aun estaban con vida cuando ellos solo... les p-prendieron fuego.- Aprieta su agarre.- Oli debió de haber estado aterrado... Padre posiblemente murió con miedo y preocupación al ver a su hijo morir en sus brazos y sin saber lo que sería de nosotros, de mamá...- Llora.- M-Madre posiblemente tuvo la suerte de haber muerto mientras dormía, tal vez pensó que todo esto era una pesadilla... o tal vez no...- Voltea hacia el Alfa.- Dime, Jonny...- Llora en descontrol.- ¿Q-Qué debería hacer ahora? Sin ellos, yo-

El mayor lo interrumpe, abrazándolo con fuerza y miedo. Miedo de perder a alguien más que ama.

-Vivir...- Susurra en sus cabello rubio.- Eso es lo que nuestros padres y Oli, hubieran querido que hiciéramos...- Toma al menor de las mejillas con delicadeza, observando sus hermosos ojos dorados brillosos por sus lágrimas.- Es lo que yo quiero para ti... Que vivas.- Limpia sus lágrimas que descendían por sus mejillas rojizas.

-Y-Yo, no creo que pueda...

-Podrás, porque yo permaneceré a tu lado... protegiéndote de todo y de todos.

Dio se aferra a la ropa del mayor con fuerza, dejando fluir su tristeza en gruesas lágrimas que acompañaban a sus gritos de dolor y de desconsuelo, mientras era consolado por el Alfa, quien de igual manera, se encontraba destrozado.

Y así, habiendo encontrado un pequeño lugar en donde pasar la noche, ambos hermanos se acurrucaron entre ellos, presos del fuerte frío de la noche, consolándose uno al otro entre lágrimas y promesas.

[...]

4 Años después.

¿Si te enteraste sobre lo que sucedió ayer en el centro del pueblo?

-Mi esposo me lo contó.- Toma entre sus manos unas de las manzanas del puesto.- No puedo creer que aún hayan sobrevivientes de Londinium.- Agarra otra manzana.- Ojalá todos hubieran muerto quemados.- Escupe con desagrado.

-Tienes razón, ahora no puedo ni dormir por el miedo de algún día encontrarme con alguno de ellos.

-Exacto. Si yo me topase con alguno de ellos, primero lo quemaría vivo y luego me quemaría yo misma para no afectar a mi esposo e hijos.