Act 17

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Pequeña nota aclaratoria.
Para lo que siguen este fic.
Si en miracoulous ladybug todos están ciegos...
En mi fic, todos están sordos.
;)

Act XVII

Se supone que iba ayudar a Atem con su mudanza y eso hizo, por la primera hora. Cargo algunas cajas, guardo otras, ayudo a armar la cama… Creo que debió percatarse desde ahí como realmente iban acabar las cosas.

—¡Ugh!—Yugi suelta un gemido ahogado, su alumno le había quitado los pantalones y ahora solo usaba su camiseta blanca de botones junto a sus boxers negros. Atem se había quitado la camisa y tenía el cierre abajo, sus falos se frotan uno contra el otro encima de la tela—, ¡estás tan duro!

—Tu me pones así—suspira contra su oído, lo muerde y chupa ligeramente el lóbulo. Comienza a desabotonar su camisa pero su profesor toma sus manos, parándose en seco—¿Qué?

—Po-por favor, no me quites la camisa.

—¿Por tus marcas?

—Jum—, asiente muy levemente—aún me da cosa que las veas.

—Esta bien mi vida—, va hasta su boca y lo besa. Desliza su lengua dentro de la cavidad húmeda, frotando, saboreando, mordiendo los labios ajenos mientras desliza la mano hacia los boxers de Yugi, la sumerge bajo la tela y va directo hasta su entrada, la rodea con las yemas antes de meter dos dedos en esta de una vez, empezando a masajear.

—¡A-Agh!—Se separa del beso con hilos de saliva uniendo sus labios, gimiendo ahogado y suspirando. Enrosca las piernas en la cadera de Atem, acercando más su pelvis—Creía que íbamos a estrenar tu nuevo cuarto de o-otra forma.

—¿Qué mejor forma que follarte en mi cama?—Su voz sonaba realmente ronca, era de esperar. Su falo estaba bastante duro y se notaba como se alzaba bajo la tela—quiero inundar mi cuarto con tus preciosos gemidos—sumerge un poco más sus dedos y masajea, tocando superficialmente la próstata de Yugi sin querer.

—¡OH DIOS!—Se arquea ligeramente y muerde sus labios, su miembro empieza a gotear líquido preseminal—¡Justo ahí!

[Ding-Dong]

—Hum, encontré tu punto ¿No es así bebé?—El egipcio muerde su labio inferior, se baja el boxer, su miembro sale casi que con fuerza de su ropa íntima de lo duro e hinchado que estaba, le baja hasta los tobillos la ropa interior a su amante, presiona su polla contra la cama tratando de aliviar un poco la presión—, estoy tan caliente, me estoy volviendo loco.

Yugi abrió más sus piernas, lleva una mano a su propia entrada y la abre con sus dedos, tan rosada, palpitando incluso. El pobre hombre siente su polla alzarse aún más si eso es posible.

—Bebe, mételo, estoy tan húmedo y suave. Necesito tu polla dura tan profundo.

—...Voy a follarte tan duro.

Eso es todo para que Atem perdiera los estribos y metiera su falo de un solo empujón, empezando a embestir de una sola vez, moviendo sus caderas a un ritmo frenético y desquiciado. Mientras su profesor se aferraba a las almohadas, gimiendo y gritando como un poseso.

[Ding-Dong]

Junto con algunos golpecitos suaves. Pero estos pendejos ni les importaba, seguían cogiendo como animales en la cama.

El egipcio toma las piernas de Yugi, las sostiene por debajo de los muslos y las alza mientras empuja su miembro en su interior como un desgraciado. El tricolor se retuerce de placer jalando las fundas de la cama moviendo la cadera contra la pelvis de Atem, haciendo el sonido de sus glúteos chocando contra la piel más fuerte.

All the lies you said.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora