Act XII.I
Había pasado un tiempo desde que Yugi le revelo sus marcas. Al principio todo parecía estar bien, Atem le daba su apoyo, hasta cuándo tuvo un ataque de pánico mientas dormía poco después del incidente de la escuela, ahí estuvo el egipcio. Abrazándolo y reteniendo su llanto por la siguiente hora, susurrando palabras de amor.
Todo parecía estar bien, todo iba tan bien.
—Ahm…—Se separa del beso con cuidado. Respirando en grandes bocanadas, abraza la cintura de su joven amante mientras esté repartía besos por su rostro, cuello. Pero cuando parecía que la cosa iba subiendo, se detiene.—A-Atem—llama en un suspiro ahogado—¿Por qué te detienes?
—Yo…—Se aparta poco a poco de su cuerpo—Solo durmamos abrazados esta vez ¿Te parece bien?—Aparta su mirada, evitando hacer contacto visual con su profesor.
Ah.
Y es ahí cuando todo empezó a irse al carajo. Al mismo tiempo que Atem descubrió sus marcas empezó tambien a evitarlo sexualmente, al principio pudo entenderlo, le revelo algo muy delicado. Pero, pasadas tres semanas casi, seguía igual y ya llegados a ese punto era doloroso ser rechazado constantemente.
Yugi suspira apartando la vista, le asiente sin más, sonriendo con cierto cansancio.
—Si, está bien.
Se acuestan en la cama. Una hora más tarde ya el egipcio estaba dormido por completo, el profesor seguía despierto. Con cuidado sale de la cama y se escabulle fuera de su alcoba. Va hasta su sala, se deja caer sentado en uno de los sofás y tapa su rostro con ambas manos.
No quería llorar. Pero el nudo en su garganta era insoportable.
<<Miau>>
Gira la cabeza para encontrar a su gato Yami, parado sobre sus patas traceras apoyando las delanteras en su pierna. Lo toma con cuidado y lo apretuja, con total suavidad mientras se deshace en llanto.
—Yami…—Dice entre sollozos y suspiros de tristeza—Le doy asco, mucho asco—, como dolía admitir aquello, se sentía tan quebrado—Nunca volverá a verme ni a tocarme como antes, soy repugnante...
…Soy repugnante...
⟦…⟧
Yugi se sentía rechazado y asqueroso. Más nunca hablo de ello con su amante, pensaba que no tenía el derecho. Pero la tristeza le nubla el actuar por completo, tanto que sin darse cuenta empezó a alejar a Atem. Hasta en clases, le ignoraba, no importa cuan impertinente era, el profesor ya no le reclamaba.
No era intencional, de verdad que no, pero su cabeza estaba tan abrumada de tantos pensamientos y auto desprecio, que simplemente actuar como siempre estaba fuera de sus posibilidades.
—Atem ya van dos clases que el profesor no te castiga, te está dando un respiro.
—Si…—Atem suspira, se notaba en el también que algo no iba bien. Esas escarlatas fieras estaban algo apagadas. Sentía lejos a Yugi y eso le afectaba, más de lo que alguna vez pensó.
—Tal vez encontró otro chico que le saca más las casillas que tú.
—¡Si tal vez te reemplazo! Jajaja
—Si, que suerte no- ¿Eh?—Cuando el chico voltea nota que el moreno ya no estaba.
Aquello fue la gota que desbordó el vaso. Escuchar que Yugi pudo haberlo "reemplazarlo" hizo que su pecho doliera como nunca antes. No, por los infiernos, claro que no, no quería que Yugi viese a nadie más. Sus piernas empezaron a moverse solas, corriendo de vuelta al salón.
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All the lies you said.
FanfictionSi pudiera describir con una sola palabra a Atem Ahmed, lo primero que vendría a mi mente sería sin duda: terrorista. Vino a dejar mi mundo de cabeza, a volverlo ceniza. Me arrastro al abismo y yo me deje caer sin luchar. Serás mío. Por que yo soy t...