Act 13

866 63 90
                                    

act XIII

—Que sea rápido, por favor.

El café KC, estaba inusualmente vacío aquella mañana de sábado. El olor apetitoso del pan dulce recién hecho y granos de café colados se impregnan en el ambiente. Cualquiera podía sentirse cómodo para charlar. Pero para Atem, no era una mañana amena. Frente suyo, estaba su madre. Por fin había aceptado reunirse después de mucha insistencia. Ella, se veía tan intimidante como siempre. Vestido negro, pelo perfectamente arreglado y perfumado. Maquillaje impecable, a juego con la feroz mirada escarlata de su progenitora. Esa mirada que el heredo.

La mujer, con calma, toma un sorbo pequeño de café. Saborea lo amargo por un momento, para luego volver la vista a su hijo.

—Voy a vender mi parte de la compañia.

Deja caer la noticia sin el más mínimo tacto. Atem arquea una ceja y toma el aza de su propia taza de café.

—Que bueno por ti—dice colocando la fría porcelana contra sus labios—, pero pudiste darme esta noticia por teléfono.—Da un sorbo largo de la amarga bebida, cerrando sus ojos.

—Quiero que vuelvas a casa. Tú y tu hermana.

—A Mana le encantaria. Pero yo no vuelvo a pisar esa casa.

—¿Vas a seguir con este berrinche?

—No es ningún berrinche.

—¿Entonces prefieres vivir bajo el techo de tu amigo? Se considerado con él.

—Lo soy. Por eso voy a comprarme un apartamento.

—Atem por favor- ¿qué?—La mujer parpadea confundida, sin terminar de procesar lo que escucho—¿qué haz dicho?

—Tengo dinero reunido de varios trabajos temporales que he tenido, mesadas e inversiones que hice con ayuda de mi primo—, alza sus hombros, restando peso a sus acciones—este fin de semana saldré a ver apartamentos.

—…—Hathor no solía quedarse sin palabras. Era una mujer difícil de sorprender o tomar con el guardia baja. Justo como ahora. Ella suspira ruidosa y baja los hombros derrotada—, no es necesario Atem.

—Si, si lo es, entiende mujer no voy a volver-

—¡Dejame hablar mocoso impertinente! Hablo de que no es necesario, ya tienes un apartamento a tu nombre.

—¿Qué?

Hathor toma su bolso, saca de este un juego de llaves y los coloca frente a su hijo.—Yo te compre este apartamento, este sería tu regalo de graduación. Pero supongo que tengo que dártelo por adelantado—, ella sonríe por lo bajo—puedo entender que no quieras volver, pero por favor acepta esto como una ofrenda de paz o lo que sea. Esta amueblado y tiene un año de renta pagado. Es todo tuyo.

—Madre…—Toma las llaves y las observa con cuidado. Comprueba su peso con su palma, no podía creer que eran suyas.

—Lo siento, Atem. Realmente lo siento. Nunca debí dejar que la situación con tu padre llegara a esto. Me divorcie hace años y aun actuó como su esposa—Toma gentilmente las manos de su hijo, las aprieta con suavidad. Le regala una sonrisa sincera sin dejar de verlo a los ojos— espero, espero de corazón, que un día puedas perdonarme por todo lo que ha pasado. Tal vez no puedas creerlo, pero tu y tus hermanos, son mis tesoros y los amo.

—…

Atem suspira. Se suelta del agarre de su madre con cuidado, se levanta de su asiento y camina, colocándose a un lado de ella. La abraza. Fuerte entre sus brazos, rodeando sus hombros y cuello. Acaricia sus rastas con cariño, sin aflojar el agarre. Pronto siente como ella, tímida, corresponde el gesto.

All the lies you said.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora