Capítulo 2

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Eran las siete cuando sonó mi despertador, hoy era un día especial, iba a ir a la oficina de papá no como muchas otras veces a visitarlo, si no para visitarla por dentro, conocer a las personas que trabajan allí, no solo a Andrea y algunos más allegados a mi padre, hoy conocería a los que iba a ser mis compañeros de trabajo en unos meses, quería causarles buena impresión, aunque en el fondo sabía que todos me vería como la hija del jefe y no como una más, pero yo quería demostrar que solo quería aprender y que quería ser una más.

Después de ducharme, me puse la ropa escogida la noche anterior, una blusa blanca, una falda azul marino ajustada, una chaqueta del mismo color, mis zapatos negros de tacón preferidos, me maquillé un poco y bajé a desayunar. 

Mis padres como siempre ya estaban en la mesa desayunando, mi padre dijo algo al oído a mi madre y ella se sonrojó y soltó una risita, llevaban casi veinte años casados y seguían pareciendo una pareja de recién casados.

- Buenos días- Dijeron ambos.

- Phoebe no me gusta esa falda, es demasiado corta- Me dijo mi padre.

- Pues a mí si me gusta papá, y no és más corta que las que llevan las demás empleadas de tu empresa ni que las que lleva cualquier chica.- Le dije poniendo los ojos en blanco, a mi padre no le gustaba que hiciese ese gesto, pero a mí tampoco me gusta que critique mi ropa. 

- A mí me parece que vas muy guapa, y la falda me encanta igual te la cojo prestada un día de estos para ir a la oficina. - Me dijo mi madre dedicándome una sonrisa cómplice.

En ese momento los tres reímos, sin parar.

La señora Taylor entró con el teléfono en la mano.

- Ana, tienes una llamada. 

Mamá salió del comedor para atender el teléfono mientras yo seguí desayunando con papá.

- Tienes ganas de ir a la oficina?

- Si papá, estoy deseando ir.

Mi padre me miró y suspiró, entonces yo lo miré extrañada.

- Como pasa el tiempo hace nada, jugaba al econdite contigo y con tu hermano y ahora Ted ya no está en casa, se ha ido a la universidad y dentro de nada tu mi pequeña también te irás.

- Aún tienes que aguantarme un año más en casa papá así que tranquilo, además este año no me perderás de vista ni en la oficina, porqué cada tarde después de clase allí estaré.- Le contesté, intentando disimular lo mucho que me había desconcertado su comentario, no estaba acostumbrada a que me dijese cosas así. De repente recordé mis planes, como pensaba mentirles al día siguiente, de una forma que si la descubriesen les decepcionaría tanto a los dos...

Se me hizo un nudo en el estómago y de repente ya no tenía hambre, tuve que esforzarme por no dejar salir las lágrimas que se formaban en mis ojos. 

Hasta ese momento no me había parado a pensar en serio en el daño que podría hacer a mis padres si llevaba a cabo mi plan, si descubría que yo traicionaba su confianza de esa manera, en ese momento, toda la emoción que había sentido al pensar en mis planes, se transformó en...¿angustia?¿miedo?, no sabría decirlo pero desde luego no era agradable pensar que lo que estaba planeando hacer no era correcto, no estaba bien, pero a la vez me moría de ganas por salir y vivir experiencias nuevas, y esa era la única forma de hacerlo que se me había ocurrido.

¿Seré capaz?- me pregunté a mi misma. Sin darme cuenta me había quedado callada de golpe absorta en mis pensamientos.

- Phoebe estás bien? Pasa algo?

La sombra de la pequeña GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora