Capítulo 6

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En cuanto me desperté miré mi reloj, era el primer día en mucho tiempo que no ponía la alarma, eran las diez y media y mi hermano debía haberse ido hacía varias horas a clase.

Me dí una ducha y me puse una falda blanca con volantes con un top del mismo color. Salí de la habitación y en la encimera ví una nota de mi hermano.

He ido a clase, a las 13 P.M estoy de vuelta, tienes cereales en el armario de arriba, y pan para hacer tostadas. PD: recuerda que papá y mamá hoy viajan a Europa así que mira la hora a la que los llamas.

Me preparé unas tostadas y un café, justo después de desayunar comprobé mis mensajes del móbil. Tenía uno de mi madre avisandome que justo en ese momento ella y papá iban a embarcar que ella me llamaría al llegar, era de hacía una hora y media así que supuse que tardarían varias horas en llamarme.

No habían más mensajes en el móbil, así que decidí comprobar el correo, me acomodé en el enorme sofá de mi hermano y encendí mi portatil, no había ningún correo.

Pensé que tal vez Jason tendría un día movido en la oficina y no había tenido tiempo de ver el mesaje que le envié por la noche y dudo que estuviese despierto cuando se lo envié ya que era muy tarde y hoy es jueves así que debe estar trabajando, si seguro que era eso.

Me puse a ver la tele, pero no aguanté ni un minuto, volví a comprobar el correo, nada...

Decidií preparar la comida para mantenerme entretenida, no sabía cocinar mucho pero si algunas cosas, así que miré en la nevera y en los armarios de mi hermano como no encontré nada que preparar decidí bajar a comprar algo al supermercado, era algo que solo había hecho un par de veces de pequeña con mi madre a ella le gustaba hacer de vez en cuando ese tipo de cosas por ella misma, yo lo entendía perfectamente.

Bajé a la calle y fuy a un pequeño supermercado a dos calles del apartamento, compré pasta, lechuga tomates y algunas cosas más tenía pensado preparar ensalada y spaguettis con tomate.

Subí a casa y preparé la comida, no me llevó demasiado tiempo, así que a la una menos veinte estaba todo listo, la ensalada y los spaguettis.

Eran las 12:40, así que decidí comprobar mis mensajes y mi correo, no habia nada.

Después de dudarlo durante cinco minutos al final me decidí a llamar a Jason, tenía ganas de hablar con el y me preocupaba el porqué no me había contestado, el contestaba a los pocos minutos y ahora llevaba horas sin saber de el, se que solo somos amigos pero necesito saber de el, es algo extraño.

Al tercer tono se oyó una voz, pero no era la voz de Jason, era una voz de mujer, de una mujer joven.

- Hola, ¿Quien llama?

- Eh, hola soy Phoebe.

- ¿Puedo hablar con Jason?

- Está en la ducha. Hoy tiene el día libre, así que anoche salimos a cenar y a tomar unas copas y charlar y lleguemos tarde a casa, por eso nos hemos despertado hace poco. Pero le diré que has llamado. ¿Phoebe me has dicho verdad?

- No, no importa de verdad déjalo ya lo llamaré yo en otro momento, no era nada importante.

- Vale como quieras.

Colgué el teléfono sin esperar que dijese nada más. ¿Como podía haber sido tan tonta? 

La culpa no era de el si no mía, por haberme ilusionado con un chico que ni siquiera me ha dado un beso, como iba a querer algo más allá de tomar un café conmigo, seguro que lo de la cena lo dijo solo porqué sabía que iba a estar fuera durante varios días, no podía creer que haya sido tan tonta, estaba muy furiosa conmigo misma.

La sombra de la pequeña GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora