Otro dia había llegado a la casa de los Hwang's los rayos de sol entraban por las ventanas haciendo despertar a la niña de 8 años Hwang Nayeon.
—¡Despierta, niña! —su Madre de nombre Hwang Suelgi entro a la habitación.
—¡Buenos días, omma! —La omega mayor gruño.
— ¡Que no soy tu madre!
Ambas chicas salieron de la habitación y bajaron a desayunar.
—¿Y Hyunnie? —pregunto Nayeon.
—Esta durmiendo. —respondio Suelgi.
El silencio apoderó el comedor, hasta que un llanto se hizo presente, Suelgi gruño y se levanto yendo a su habitación donde un pequeño bebé estaba lloriqueando.
— Ma... — dijo Nayeon cuando su madre volvió a la cocina — ¿Y mí Padre...? Jamás en cuentas sobre él...
—¡Tu padre me abandono por tu culpa! —miro a Hyunjin quien lloraba — ¡Y tu padre también me abandono por tu culpa!
Ambos niños se asustaron ante el gruñido de su madre y bajaron la cabeza.
Es que era verdad, Suelgi y un hombre se habían acostado una ves y cuando el hombre se entero de que Suelgi estaba embarazada los abandonó, años después, Suelgi se volvió a acostar con otro hombre quien también la dejo embarazada de Hyunjin para luego abandonarla.
Minutos después, Nayeón se encontraba guardando ropa de su hermanito menor y suya en su mochila rosa, agarro el biberón con leche, un chupete, la manta roja de su hermano, un poco de dinero y comida. Cargo en sus brazos a su hermanito.
Salio de su habitación donde se fijó si había alguien en la sala.Una ves fijo que no haya nadie, salio de su escondite y dejo una carta en la mesa cual decía Lo siento mamá, me voy y me llevo a Hyunjin, no aguanto tu maltrato. Agarro las llaves de su casa y salió a la calle.
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Se encontraba caminando sin rumbo fijo, su hermano dormía miéntras estaba envuelto en la manta roja, ella temblaba por el frio de la noche, caminó y caminó hasta que se encontró con una casa grande abandonada y sin mas entró.
La casa era de dos pisos, paredes blancas desconchadas, una cocina sucia y una sala igual, subió escaleras y se metió a una de las habitaciones cuales eran 4 y estaban vacías.
Vaya fue su sorpresa encontrár una caja de dónde venía un llanto.
Acostó a Hyunjin en su mochila para luego taparlo con la manta y camino hasta la caja.
Al abrirla pudo ver a un bebe envuelto en una manta celeste pastel, con ojos azules y diminutos cuáles la miraban con curiosidad y rastros de lágrimas, labios finos y rositas y una nariz pequeña.
Sonrió y cargo al bebé.
Miro la caja, y saco el papel que había dentro.
A la persona que encuentre está caja, quería pedirle que por favor, cuide al bebé. Nosotros lamentablemente no podemos, no sabíamos dónde dejarlo, no teníamos lo suficiente dinero para darlo en adopción a lo que decidimos que esto era lo mejor. Por favor, cuidelo.
Suspiró y miró al bebé, sonriendo al ver sus ojos azules diminutos.
—Hola, pequeño, debes tener hambre —Saco de su mochila el biberón y se lo dio al bebé quien difícilmente agarro el biberón y empezó a tomar.
—Eres un bebe muy bonito —murmuro cuando los ojos del bebé se cerraron.
Acostó al bebé al lado de su hermano y lo tapo con la manta.