Cuando menos te das cuenta, el tiempo pasa muy rápido.
Nayeon suspiró cansada.
Hace cinco meses que sus niños habían dejado el nido.
Cinco meses en donde ella jamás pensó que el silencio iba a ser su peor enemigo.
Sus hermanitos menores ya habían crecido y habían dejado el nido.
Felix, su niño mayor, se había mudado con su omega al otro lado de la ciudad puesto que esté estaba embarazado, ambos chicos estaban comprometidos y se pensaban casar en unos meses. El niño cual vio crecer ya había dejado el nido, y primero que todos.
Hyunjin, su hermanito menor, el se había mudado con su alfa a la casa de este último y cuidaban de los hermanitos de Jeongin, no estaban comprometidos decían que eran muy jóvenes pero que en algún futuro lo pensaban hacer.
Mínho, su niño, se había mudado a la casa de Jisung, ambos se casaron, solían visitarla seguido, pero no era como era antes.
Ji-Hyo, su única hija, se había presentado como alfa y se había mudado con su omega, compraron un departamento juntas y ahora se encontraban en su luna de miel.
Sus niños, sus cachorros habían dejado el nido.
La casa estaba inundada de silencio, sus pasos, sus murmullos, sus palabras y cada movimiento que hacian, hacían eco por toda la casa, ahora vacia.
Faltaban las risas, los pasos apresurados, las puteadas, los gritos, sus voces, las pijamada, sus olores y la música.
Faltaban ellos.
Al final, Hwang Suelgi empezó a integrar a Mínho en la familia, empezaron a llevarse bien, Suelgi le pidio perdón a Mínho por todas las cosas que le había hecho entre lágrimas, y Mínho le perdono.
Ambos volviéndose madre e hijo.
—¿En que piensas, amor? —pregunto su omega.
—En... Lo silenciosa que esta la casa, antes era puro ruido, risas de Félix, puteadas de Hyunjin y la musica de Mínho.
—¿Los extrañas?
Nayeón asintió.
La puerta fue abierta de golpe, asustando a la pareja pero al ver el rostro de Hyunjin, Félix, Mínho y Ji-Hyo se pusieron a llorar.
—Hay mis niños. —Nayeon se acerco a sus hermanitos.
—Noona. —dijeron los tres al mismo tiempo mientras abrazaban a La alfa.
Minutos después.
Se encontraban hablando, riendo y llorando en la sala.
Mínho carraspeo llamando la atención de todos.
—¿Puedo decir algo? —asintieron— Va a ver un niño o niña correteando por aquí..
Los gritos no hicieron falta.
Todos se empezaron a revolear cosas.
Hyunjin carraspeo.
— Tres querrás decir Mínho. —otra ves los gritos se escucharon por toda la casa.
Suelgi grito "Otra ves voy a ser abuela, agarrenme que me desmayo"
—Me quedé sordo. —dijo Hyunjin.
—Jisung, Jeongin. —los dos alfas tragaron duro mientras miraban a Félix y Nayeon quienes los asesinaban con la mirada— Corran.
Los demas hablaban, Chan, Changbin, Ji-Hyo, seungmin hablaban con los dos omegas embarazados.
Félix perseguía a Jisung y Jeongin junto Nayeon quien tenía una chancla en mano.—¿Cuantos meses tiene? —pregunto chan.
—El mio dos meses. —respondio Mínho.
—El mio tambien, los mios son gemelos. —respondio Hyunjin.
—Cuidar de gemelos es muy difícil. —dijo seungmin quien miraba a sus hijos alentar a Félix y Nayeon.
—Terrible, lloremos. —dijo Hyunjin secándose una lágrima imaginaria.
—Efe por ti. —le dijo Mínho.
•
—Estoy cansado -Dijo Mínho tirándose a la cama como plomo.
—Igual yo. —Han estaba todo sudado mientras intentaba calmar su respiración.
Por el embarazo de Mínho este se encotraba por lo tanto caliente y necesitado.
Aunque Han no queria hacerles daño a su cachorro, Mínho siempre supo como enloquecerlo al instante.
Se ducharon y cambiaron, Mínho con solo una de las camisas de Jisung y un boxer blanco, y Jisung solo se puso un boxer negro.
Pues por el embarazo, Mínho se había vuelto muy territorial con jisung y con el aroma de este.
—Te amo. —susurro el alfa.
—Te amo... —dijo el omega.