CAPÍTULO 16. ÚLTIMOS DETALLES

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3 semanas para el show.

Ya era una nueva semana, cada vez más cerca de la fecha del gran estreno del show MILLENIUM, pero Harry estaba tan lejos de arreglar los asuntos con Louis, porque sí; él aun creía que podía arreglar cualquier cosa con el trapecista, sin embargo, Fénix estaba seguro que no tenían nada que pudieran tener, no había relación, no siquiera eran socios o compañeros. Se convirtieron en desconocidos compartiendo el mismo espacio.

Después del drama de las noticias falsas y el nuevo personaje de Louis todos trabajaban en una armonía tosca, intentaban forzar las actividades para que fuera igual que antes de que la reputación de uno de sus miembros fuera afectada. Pero aun teniendo una parte de ángel en él, el castaño un día se paró en el centro y dijo "soy un Fénix que renace de sus cenizas, me quemaron en redes sociales y ahora estoy aquí; que este sea nuestro nuevo comienzo, juntos". Si, sin dudas estarían perdidos de no ser por esa alma altruista.

Harry iba al establecimiento del circo para continuar el seguimiento que tendría su nuevo contrato ya que el anterior quedó anulado al cancelar la canción que habían acordado en un inicio, ahora este nuevo pedazo de papel tendría una nueva canción y un nuevo acto. Tal vez sería el fondo de una demostración de elefantes o algo parecido, igual al cantante no le podía importar menos y doler más.

Las juntas para aclaraciones eran las molestas puesto que se hacían en un salón muy apartadas del escenario o del área de ensayos. El ojiverde tenía que permanecer ahí durante un par de horas estableciendo las nuevas cláusulas donde especificaban que ya no podían dañar la imagen de ningún miembro de la familia cirquense y otras más, por precaución claro.

Cada día era una única reunión, puesto que ahora tenían que verificar otro contrato con los nuevas correcciones dichas el día anterior, así fue durante casi una semana. Llegaban y veían los puntos añadidos, decían sus opiniones y cambiaban cosas, se hacían a llamar esos ajustes para la redacción de un nuevo contrato que era presentado al día siguiente y se repetía el ciclo.

Por si no quedó claro Harry odiaba esas juntas, era frustrante estar en un mismo edificio y no poder verlo, tener que estar separados por sus obligaciones pero no tener contacto por sus acciones y decisiones.

Sí, eso era lo más jodido.

Esto no era como esas típicas historias de romance donde quieren pero no pueden, porque para empezar no había amor, apenas tuvieron un par de citas y el sentimiento no se pudo desarrollar de esa forma y todo lo que apenas se pudo llegar a crear él lo destruyó, fue Harry quien acabo con todo lo que pudo llegar a nacer, perdió algo que ni siquiera era una idea y por eso dolía aún más.

Al terminar cada cita Styles era el primero en salir de esa sala tensa y gris. Corría y no importaba que lo vieran como alguien loco porque ya estaban acostumbrados a sus escapes, así que llegaba y buscaba en todos los posibles lugares a una persona de ojos azules y un carácter capaz de ponerlo en su lugar.

Era rutina llegar y sentarse para ver el escenario o colarse en los entrenamientos y ensayos, siempre permanecía sentado en un baúl de vestuario que bautizó como asiento y todos ahí lo sabían.

Harry llegaba, tomaba su lugar y observaba, una y otra vez, por horas, más específicamente hasta que el día de trabajo terminaba. Lo veía ahí con sus nuevos colores y desgraciadamente resaltaba más; si antes los colores claros para representar lo celestial le daban esa aura de tranquilidad y belleza, ahora con tonos rojizos, vinos y negros, la fuerza, dureza, pasión, todo lo envolvía tan bien pero aun así la elegancia no se perdía.

Circus || Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora