Capítulo 15 Celos de Armando

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Los vampiros tienen otros intereses...

El viernes por la mañana, Daniel se encuentra en el Barrio Industrial y decide pasar por Ecomoda, acompañado de un asistente,. Apenas pasa la recepción, a Mariana y Freddy se les pone la piel de gallina. Aunque ellos no eran miembros de la Junta Ejecutiva, se sintieron así cuando lo vieron atravesar las puertas de vidrio que conducían al interior de la empresa. Sabían que todo iba bien con las finanzas de la empresa, pero la mera presencia del supuesto vampiro les hacía temblar. Probablemente fue algo adquirido de sus amigos y jefes, Betty y Armando. Este sentimiento se extendió por todo el Ecomoda. Incluso Patricia, quien fue su cómplice en varias ocasiones, se sintió así.

-¡Oh, este hombre me da escalofríos! ¡Qué estrés! - comentó Mariana

-¿Alguna vez le ha puesto las cartas?

- ¡Una vez! ¡Pero no me atrevo a hacerlo nunca más! La única vez fue cuando ese día de la reunión, puse y entregué la carta de la muerte al lado del rey y fue el día en que pidieron la cabeza de Don Armando!

-¡Oh, pero me alegro de que todo estuvo bien! ¡Ahora nuestra querida amiga Betty, la jefa de mi reina, es nuestra presidenta! ¡Y ella se está volviendo cada vez más hermosa y poderosa junto con su amor!

-Pero ella sufrió mucho, ¿ves? ¡Oh, ni siquiera quiero pensar! ¿Qué está haciendo aquí de nuevo esta semana? ¡Qué estrés!

Como de costumbre, Daniel llegó sin causa aparente, estaba particularmente contento con las finanzas de Ecomoda, tanto que se sintió libre de ir allí y pedir un favor a la Betty:

-¡Buenos días, Aura Maria! ¿Está tu jefe ahí?

-¡Buenos dias doctor! Sí, lo es, lo anunciaré! -dijó Aura María

-¡No necesita!

Daniel pasa sin anunciar y cuando abre la puerta de la Presidencia, Betty con la cabeza gacha piensa que es Armando, ya que siempre llega temprano y directo a su oficina:

-¡Hola, mi doctor! (Betty probando con los ojos cerrados los chocolates que Armando le había regalado el día anterior, aún de cabeza gacha).

-¡Buenos días Dra. Pinzón! -reconoció la voz de Daniel y se asustó

- ¡DoctorValencia!

-¿Pensaste que era quién? ¿Armandito?

-Bueno ... -Betty se ajustó las gafas -Dr. Valencia, ¿cómo está?

¿Qué deseas?

-¡No tiene que estar agitada, doctora! Como me dejó plantado el miércoles, vine a verla y saber si estaba bien, me preocupa la salud de nuestra presidente.

-¡No debe preocuparse, doctor! Hasta donde yo sé, no acepté la invitación, ¡así que no hubo compromiso!

-Entonces, la invitación se puede extender para otro día ... ¿Quién sabe por hoy?

-No creo que esté siendo claro, Dr. Valencia, ¡su cheque será depositado hoy, como te prometi! ¡Solo estoy esperando que llegue Nicolás y firmelo!

-Sí, estoy esperando, pero vengo a pedirte otro favor: me gustaría que me enviaras el cheque del mes que viene

. -Esto no será posible, ya que como usted lo sabe, ¡todavía no tenemos esta cantidad en efectivo!

-¡Bien bien! Pero hasta donde yo sé, las ventas de la colección van muy bien, ¡así que sin duda tendrán el valor en efectivo y más! ¡Felicitaciones, doctora, su administración está muy bien!

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