Capítulo 22: Lectura de cartas

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Cuando todos salen de la empresa, Betty les pide a las chicas del cuartel que pasen a la Sala de Juntas a leer cartas, ya que Mariana había dicho que era un buen día para eso. ¿Qué reserva de lectura para nuestra pareja esta vez?

Mariana le pide a Betty que corte las letras en tres columnas y en las cartas, Mariana ve su vida profesional aún entrelazada con la personal.

Luego está la carta de San Valentín, y junto a la de la Emperatriz y el Emperador.

-¡Oh, no entiendo nada!", Dijo Sandra sin paciencia.

-¡Ahí, cómo no puedo! Estos dos ahí fuera sin ropa, sé muy bien a qué te refieres.

-¡Aura María! ¿Son estos modales? -Regañó Inesita.

-¿Pero cómo no puedo, Inesita? ¿Quién no haría muchas cosas con un bonbón como Don Armando de novio? - instó Sandra

Betty se rió tímidamente.

-¡Oh, muchachas! ¿No ves cómo avergüenzas a Betty de esta manera? -Betty se ajustó las gafas

-¡Oh muchachas que estrés! ¡Vamos a seguir! Aquí a cada lado la carta de la Emperatriz y el Emperador.

-¿Betty se va a casar con Don Armando?" soñó Sandra, más emocionada

-¿Con Don Armando? - cuestionó Bertha, queriendo saber si era solo un rumor o estaba confirmado

-¡Matrimonio con Don Armando es mejor que venga con fecha y todo! -murmuró Sofia

-¡Oh, muchachas! -Betty se arregla las gafas y defiende a su amado

-Estamos aprovechando la oportunidad para salir y nos conocernos mejor. ¡Demasiado temprano para eso! -dijó Betty

-¡Muchachas! Deja que Betty y Don Armando aprovechen su relación para conocerse mejor, ¡necesitan aprovechar este momento! - aconsejó Inesita

-¿Pero no lo aceptaría si te lo pidiera?

-¿Te gusta, Betty? -preguntó Mariana

-¡Oh, chicas, no presionen a Betty!

-¡Sabes que lo es! ¡Amo a Don Armando con todas mis fuerzas! Pero debemos darle tiempo, ¡nunca lo presionaría para que se cases conmigo!

-Veo aquí que tendrás una sorpresa: un príncipe, al lado de una corona. -continuó Mariana

-¡Creo que se va a casar! - instó Sandra

-Aquí hay un trono y la carta de la vida profesional entrelazados con el amor, como dije

-¡Betty continuará como presidenta de Ecomoda! - dijo Sandra - Escuché algo de mi jefe

-¡Mejor que ir a Cartagena! - se regocijó Sofía -¡Y déjanos!

-Hablando de eso ... Betty, ¿hablaste con Michel después de que se fue? -preguntó Sandra

-¡Sí, por supuesto, le dije que me iba a quedar en Bogotá!

-¿Con Don Armando?

-No tuve el coraje, ¡pero debes imaginar! -Betty se ajustó las gafas

-Sabes que el bombón francés quería algo más contigo, ¿no sabes? -preguntó Aura Maria

-¡Sí, pero nunca te di ninguna esperanza! -Michel es muy especial para mí sí, pero ...

-Hummm ...

-¡No hay chicas! ¡No es eso! Me gusta mucho Michel, pero como amigo, ¡nunca me interesó como hombre!

-Ah, pero él quería que ese francés alto y apuesto, me besara, me atrapara ... -Sandra suspiró.

-¡Sandra! ¡Incluso parece Aura Maria hablando así! -regañó Inesita

-Oh, ¿qué hay de mí? ¡Soy firme con mi grilito!

Betty se rió

-¡Entre nosotras, Betty! ¿No aprovechaste que estabas tan necesitado y ... (haciendo gestos de besos y abrazos) con Michel, ese bonbón francés?

Betty se pone roja

-¡Muchachas!

-Ah, vamos, Inesita? -Incluso admitiste que el francés era hermoso.

-¡Ve, Betty! ¡Cuenta! -Bertha se animó

-¡Cuenta! -Continuó Aura María -¡Es divino!

-¡No hay chicas! -Betty ya ruborizada con esos comentarios -¡Nunca tuve nada con Michel! Ni siquiera cuando estaba en Cartagena. Incluso intentó un beso, pero sólo podía pensar en Don Armando.

-¡Ay, chicas, Betty está loca por esa hiena peluda! - comentó Sofia

-¡Muchachas! ¡Mira cómo hablan del Dr. Mendoza! Es vicepresidente de la empresa, nuestro jefe - regaña Inesita

-¡Nuestra jefa es Betty!

-¡Sí, es un ogro! ¡Hiena peluda! -completa Sofia

-¡Oh, chicas! ¡No me gusta que hables así de él! - regañó Betty - ¡Es mi príncipe tan divino!

-¡Lo haces muy bien, Betty! ¡El doctor Mendoza ha mejorado mucho! -Inesita, siempre conciliadora

-En esto estoy de acuerdo: desde que se quedó con Betty, ¡solo le grita a Peliteñida!

-¡Oh, ni siquiera sé qué está haciendo aquí todavía!

-Por doña Marcela -agregó Sandra.

-¡Ahí!

-¡Muchachas! ¡Concentración! ¡Qué estrés! Sigamos con las cartas. -preguntó Mariana

Mariana continúa y ve que la carta de un ángel, que es de templanza, y pronto de una mujer, que volverá a aparecer. Indicando que tendrá algunos problemas que superar, en los que necesitará mucha paciencia y autocontrol.

También aparece la carta del diablo.

-¡Este debe ser el Dr. Valencia!

-¡No dudo de nada!"

-¡Oh, chicas! ¡No se lo toman tan en serio!

-¿Cómo no, Inesita? ¡Mariana es buena en esto! Mira que se lo sacó a Mirella y no le dio nada y a Betty le dijo que estaría con el hombre que ama y sus vidas se transformarían y era Don Armando. - recordó Bertha - También vaticinó las dificultades económicas que atravesaría Ecomoda.

-¡Creo que es bueno abrir los ojos, Betty! - aconsejó Sofía- ¡Me preocupa más la carta de la mujer! ¿Ya tienes confirmado tu viaje a Venezuela?

-Le preguntaron Don Armando y Nicolás a mi padre, ¡pero todavía no ha respondido!

-¿Pero qué tienes en mente? ¡Tienes que irte, Betty!

-Dr. Armando te ama, ¡pero es un hombre! - aconsejó Sandra

-¡Es en la cara que la venezolana lo quiere!

- ¡Se lo comió con los ojos! -completa Sofia

Betty negó con la cabeza

-¿Para qué apareció el Dr. Valencia en las cartas? -Sandra se estremeció

-¡No dije que fuera él! - Mariana negó

-¿Y quien es?

-¡No puedo averiguarlo todavía! -Respondió Mariana

-¿Qué otra cosa podría ser? ¡Causa escalofríos!

-Pero si Betty se queda en la presidencia de Ecomoda, ¡no hay razón para tener miedo!

-¡Don Armando tampoco dejará que le pase nada! -completó Sandra

Cuando terminaron de leer las cartas, Betty sacó su auto del garaje, dejó a Inesita en casa y condujo a casa, un poco preocupada por lo que significaban las cartas esta vez.

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