TAN ENAMORADOS

Capítulo 8- Nubes en la cabeza de Betty

Antes de que Betty entrara a su oficina, Armando habló voz ronca y susurrada en su oído:

-Su amigo Nicolás dijo que su padre se va temprano a casa hoy,

para que, -suspiró- hoy podamos estar juntos -comentó Armando, emocionado

-¡Vamos a ver lo que va a pasar, don Armando! - Betty tratando de verse fría y distante

-¿Por qué estás así, Betty?

¡La reunión fue mejor de lo que esperábamos!

-¡Si lo es!

Armando se sentó en la silla frente a su amada, contemplándola. Hermes salió de su sala y tosió.

- ¿No tiene trabajo en su oficina, Doctor Mendoza?

- Sí, ya estaba entregando el informe de la reunión con Betty Y me iba a retirar ahí -Armando rodió los ojos

Durante la tarde, Betty no conseguía concentrarse en el trabajo y tuvo que rehacer varias veces cálculos sencillos. Decidió, entonces, pedir ayuda a Nicolás.

- Nicolás, necesito tu ayuda...

-¡Dime lo que necesites, Betty!-él aprovechó la puerta abierta para observar a Patricia a lo lejos

-No te rindas con la peliteñida esa!

-¡Ay, Betty! Todavía tengo esperanzas! Quien sabe, ella puede darse cuenta de mi sentimientos.

- Tienes que entender, Nicolas...

- ¡No es fácil, Betty! no es fácil, ¿No ves como lo intentaste todo y no pudiste olvidar al Dr. Mendoza?

- ¡Pero, son casos diferentes, Nicolas!

- Así que quería que Patty también estuviera enamorada de mí. ya sabes, tuvimos un...

-¡Sé muy bien lo que tuvieron! Pero tienes que entender que la peliteñida sólo tiene caso con la tarjeta de crédito! -Ella se rio a su manera. Nicolas se puso serio

- Dime lo que necesitas de mí!

- Necesito que me ayudes con estos cálculos.

- ¿Yo? Pero, usted siempre fuiste mejor que yo en esto.

-Pero es que involucra otras cosas, franquicias y cuanto entró y cuanto fue gastado...

-Ah sobre eso... el cabezón le puede explicar mejor!

- ¿No tienes acceso al informe?

-Bien... pero, ¿por qué no hablas con él y lo pides? ¿Es por la vigilancia de Don Hermes? Mira, para trabajar ustedes pueden encontrarse...

-Pero, prefiero no encontrarlo ahora, Nicolás.

- ¿Qué pasa, Betty? ¿Qué hizo el cabezón? Estabas tan feliz antes de la reunión.

-Estoy feliz, la empresa está yendo bien, bien hasta demasiado...Creo que pronto estaremos libres de todo esto. Y volveremos a ser nosotros mismos.

- ¿Y no era eso lo que querías? ¿No es mejor para todos?

- Es lo que quería, pero fue antes...

- No te entiendo, Betty...

-Y si cuando todo esto acabe y tengan la empresa de vuelta...ay, Nicolás, no quiero ni pensar.

- ¿Temes que tu cabezón te deje después de que te devuelva la empresa?

-No, claro que no. Bueno.sim.... ¿y si él me está cortejando, sólo para eso?