Al amanecer todo saldrá bien

Un despertar extraño

Sentí el magnífico olor de tostadas con chocolate mejor conocido como mi desayuno preferido, tenía un calor orrible y aunque sentía el olor y quería despertarme mis ojos no querían cooperar sin mencionar que sentía un peso encima mío. Lentamente fui abriendo los ojos y comprobé la causa del calor excesivo y que no me pudiera mover y era Sam al parecer en el intento de hacer una noche de películas en secreto termino siendo una pijamada. Estábamos acostados en la sábana que habíamos colocado la noche anterior. Tenía la cabeza colocada sobre su pecho mientras que el con ambos brazos me tenía abrazada y la pierna derecha colocada sobre la mía.

Sentí una muy agradable sensación al poder amanecer de esta manera juntos, pero el echo de que oliera tan bien era símbolo de que mi abuela aparecería en cualquier momento tocando o peor aún abriendo la puerta y por mucho que quisiera a Sam dudo que le causará mucha gracia encontrarnos de está manera.

Así que decidí empezar a mover a Sam hasta que despertara no podía ser amable, debía irse ya.

Lo empecé a mover hasta que por fin se despertó. Se veía adorable con esa cara de sueño que tenía y el cabello alborotado hacia que se viera mil veces mejor, estaba para comérselo.

- Hola nena - dijo todavía medio atontado
- tenía rato que no dormía tan bien, ¿ Cómo te sientes ?

- Olvídate de eso y sal, no has visto la hora - le señale el reloj que tenía en la pared y fue cuando entendió el porque de mi cara de alarma.

- ¡ Mierda ! - se paró lo más rápido que pudo mientras trataba de quitarse la sábana que tenía enredada al rededor de él, y se pasaba las manos por el cabello tratando de que no se viera como si se hubiera recién levantado. Abrió la ventana de mi cuarto de nuevo y antes de salir se devolvió.

- Nos vemos más tarde nena, me encantó dormir aquí contigo deberíamos repetirlo - me dio un beso de esos que me cortaban la respiración se alejó y saco un pie por la ventana mientras me volteaba a ver y me lanzaba otro beso.

Y así desapareció dejándome las piernas como gelatina y con una inmensa necesidad de darme una ducha fría. Esta necesidad cada vez más grande que sentía por estar besándolo me encantaba y aterraba a la misma vez, pero no de manera mala si no de una manera que nunca antes había sentido. Decidí recoger todo y bajar antes de que mi abuela viniera por mi.

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Después de desayuno Sam llegó como si nada, todo fresco y radiante con un jean azul marino y una franela verde militar, definitivamente se veía para comérselo. Saludo a mi abuela y enseguida salimos para ir a la escuela. No quería que todo esto que había pasado afectará en algo mi vida en la escuela, así que decidí irme hoy como si nada.

- ¿ Y que tal pasaste el inicio de mañana ?

- No seas pesado, no puedo creer que nos quedamos dormidos.

- ¿ Entonces, no te gustó ? - me preguntó poniendo cara de cachorro regañado.

- ¡ Claro que me gustó ¿ Pero te imaginas que hubiera pasado si mi abuela te hubiera encontrado en el cuarto? - de solo pensarlo me daba algo. Una cosa era que mi abuela quisiera a Sam como un nieto más pero otra era muy distinta era que lo encontrará durmiendo junto a mi.

- Si pero no pasó, así que no te estreses por eso - tomó mi mano y se la llevó a sus labios
- Por cierto tengo que decirte que te ves hermosa recién levantada.

Sentí como la cara se me ponía caliente y roja como un tomate.

Cuando llegamos a la escuela nos encontramos varias patrullas de policías alo largo de toda la entrada.

Sentí tensar el agarre de Sam en mi mano, los dos por alguna razón sin saber bien lo que sucedía, supimos que algo no andaba bien.

No dimos muchos pasos lejos del auto cuando nos enteramos de que era lo que sucedía. Gia estaba desaparecida desde hace dos días, el lunes después de clase no llegó a su casa y no había pista de ella por ninguna parte.

Sentí mi cuerpo como se estremeció con la noticia y aunque en los últimos días había sido cruel conmigo eso no quitaba que era mi amiga y que nadie sabía dónde estaba desde el y ya hoy era miércoles. Ella nunca se desaparecería tanto tiempo. Hablé con Sam para ir después de clases para la casa de Gia y ver si podíamos hacer algo para ayudar.

Sam me acompaño hasta la entrada del salón me dio un beso y después se fue para su salón, la clase pasó volando y cuando lo noté ya había llegado la hora del almuerzo como siempre me senté junto a Sam y sus compañeros del equipo. Era muy agradable estar distraída hablando de cosas vanales junto a ellos.

Después de clases nos dirigimos a casa de Gia todo era un caos de carros de policías en toda la calle cuando entramos su madre estaba junto a su padre sentados en un mueble en la sala ella tenía la cabeza apoyada sobre su hombro. Ambos eran muy guapos y se veían de unos treinta y tantos años pero con la desaparición de Gia estaban ojerosos se notaba que estaban cansados. Tomada de la mano de Sam nos adentramos a donde estaban sentados.

- ¡ Oh ! Liz querida, que gusto verte - dijo tratando de esbozar una sonrisa, lo cual me dolió por el hecho de que apesar de que estuvieran pasando por esto ella era igual de amable como siempre.

- Vinimos a penas pudimos, nos enteramos hoy en clases y ....

Sentí que las palabras no me salían, por un momento me sentí tan insignificante que todo eso me sobrepasó, lo que había sucedido durante estas semanas y después de lo que me había enterado la noche anterior, me sentí tan cansada e impotente. Sam debió percibir mi cambio de animo
porque me rodeo la cintura con su brazo.

- A lo que nos referimos es que si podemos ser de ayuda en cualquier cosa no dude en llamarnos.

- Gracias, chicos se los agradezco muchísimo, hasta ahora la policía maneja es la hipótesis de que tal vez se escapó o se fue de fiesta y perdió la noción del tiempo - dijo el padre de Gia. Mientras se pasaba la mano por la cara.

- ¡ Tal vez ! Tú sepas si Gia estaba saliendo con algún chico de la escuela - dijo este mirándome

- Lo cierto es que, no le sabría decir desde hace unas semanas no nos hablábamos tanto, pero podrían tal vez preguntarle a Drew. Ellos andaban muy juntos últimamente tal vez el sepa algo.

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Después de hablar un poco más con ellos Sam me llevo a la casa quedó en llamarme más tarde y se fue, la cena con mi abuela fue bastante tranquila también se puso triste cuando se enteró de la desaparición de Gia, después de eso subí a mi cuarto, me duche y espere que Sam me llamara. Ya recostada en la cama me empezó a salir el cansancio de todo el día y me dormí.

Estoy de pie en un hermoso salón con un vestido azúl cielo con tirantes es tejido en la parte de arriba y en la parte de abajo es tipo capas lo adoro tengo unos zapatos de tacón negro que hacen juego derrepente aparece Sam de no se que parte se ve divino vestido con un traje negro de tres piezas trae una camisa azul cielo que hace juego con mi vestido. Empieza a sonar Once upon a time de Lana del rey y empezamos a bailar al compás de la música, no existe más nada solo nosotros dos. El me mira a los ojos y no siento ninguna presión. Coloco mi cabeza sobre su pecho y dejo que el me guíe al cómpas de la música.

En un momento el paro y subo la vista a ver qué le sucede y ya no está el, ahora me tiene entre sus brazos es el hombre que se colo la otra noche en la casa. Intento que me suelte pero es imposible, me agarra con más fuerza.

- Te dije, que no te me ibas a escapar, princesita.

Dicho esto siento un dolor horrible en el estómago y vuelvo hacer para alejarme está vez si me suelta y es cuando me doy cuenta que tengo un corte bastante profundo mi hermoso vestido lentamente se va tornando rojo por la sangre. Trato de correr pero me resbaló y el se coloca sobre mí. Levanta de nuevo el cuchillo y lo vuelve a enterrar en otra parte. Siento como entra y sale en cuchillo, siento la sangre como me salpica y como lentamente voy perdiendo las fuerzas, hasta que no puedo más caigo en una oscuridad.

- No te puedes escapar, princesita.