Al amanecer todo saldrá bien

Una conversación necesaria

Después de hablar con Sam nos dieron de alta, le pedí a mi abuela que me dejara ir en el auto con Sam extrañamente no puso objeción. Su padre le dio las llaves de su auto y arrancó.

El viaje fue bastante tranquilo estábamos en silencio, pero era relajante no quería llegar a mi casa, sentía que debía hablar y hacerle unas cuantas preguntas a mi abuela sobre mis padres, pero eso me aterraba demasiado.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no noté que Sam había detenido el auto cerca de una acera.

-¿ Estás bien ? - tenía una cara de preocupación horrible y me sentí del asco por no prestar atención, a fin de cuentas el había salido herido por mi culpa y yo solo pensaba solo en mí.

- Estoy bien - dijo mientras colocaba su mano sobre la mía y me la apretó

- Sabes, no estás haciendo nada malo, estoy aquí para ti. Solo desearía que hubieras acudido a mi cuando todo esto pasó. Pero me alegro mucho que me lo hayas dicho, porque así no pasas por esto tu sola.

El que me dijera eso quitó un peso sobre mí y me acerqué para darle un beso. Pero no uno fuerte sino no suave y lleno del amor que sentía por él.

- Te amo Sam, te amo tanto que me aterra perderte, no solo has sido mi mejor amigo si no también esa persona que a estado hay conmigo todo el tiempo y me siento una estúpida por no darme cuenta de que te amaba y peor aún que tú sentías lo mismo por mí.

- No le prestes atención a eso nena, lo importante es que estamos juntos ahora y si tú lo quieres estaremos así por mucho rato, yo también te amo.

Me soltó la mano para colocar ambas manos en mi cara y volverme a besar y solo por ese instante sentí como lo único que importaba éramos solo nosotros solos y nadie más. No había problemas, no me acordaba un tipo raro queriendo saber sobre mis padres, ni nada éramos solo Sam y yo.

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Cuando llegue a la casa ya mi abuela había llegado. Sam se fue directo a su casa y toda la casa estaba arreglada no parecía que hubiera pasado nada.

- ¿ Podríamos hablar ? - le pregunté a mi abuela. Su cara de puso sería pero me señaló la cocina para que nos sentamos.

- ¿ Que quieres saber ?

- Todo, no soporto más esto de que aparentar que no a pasado nada, quiero saber que pasó con mis padres. - me sorprendió la facilidad con la que habían salido las palabras, me aterraba lo que me tenía que contar pero no podía seguir enterrando la cabeza en la arena y hacer como si no sucediera nada.

- Tus padres eran buenas personas, pero cometieron o mejor dicho tu padre cometió varios errores y eso acarreo que se tuvieran que ir.
El estaba en un muy buen empleo cuando conoció a tu mamá, le iba muy bien. Después que se casaron a los pocos años comenzaron los problemas, lo despidieron del trabajo y el no se lo dijo enseguida a tu mamá. Le hizo creer que todo estaba bien seguía saliendo todas las mañanas y regresaba por las tardes, derrepente empezaron los viajes ocasionales en los cuales el decía que eran de trabajo. Pero la verdad es que después que lo despidieron se unió a unas malas personas y estos junto a él, decidieron vender armas a personas muy peligrosas.

Mi abuela toma un trago de agua, y yo de alguna manera estoy sin palabras, nunca me imaginé que está era la realidad detrás de la desaparición de mis padres por tanto tiempo.

- ¿ Y que pasó después ? - le pregunto a mi abuela, ya empezó a contarme no puede para ahora.

- Resulta que cuando empezó con ese negocio ganaba más dinero y todo iba muy bien hasta que...