Al amanecer todo saldrá bien

Alerta roja

Después de que Drew se fue me fui a mi cuarto, me sentí muy frustrada y mal por el lo último que quería era hacerlo sentir mal, pero es qué en realidad no tuve conciencia de lo que sentía por Sam hasta que pasó lo del accidente. Eso de alguna manera nos acercó y fui cuando me di cuenta que no solo lo quería como hermano o amigo, si no como algo más.

No se cuánto tiempo pasó, hasta que la puerta de mi habitación se abrió era Sam, se veía preocupado.

- Tu abuela me dijo que Drew vino hace rato y que desde que se fue no habías salido de aquí. ¿ Te hizo algo?

- No, tranquilo - le dije para tranquilizarlo - solo se lo tomó un poco mal, que le dijera que estaba contigo.

- A, ok bueno - se pasó la mano por el cuello, pensativo por un momento hasta que regresó en si. Se acercó hasta la punta de la cama por el lado donde yo estaba sentada, con mucha cautela como si creyera que en algún momento le saltaria encima algún animal salvaje.
Y se sentó al lado mío, me quedó viendo un momento, pensando que hacer acontinuación.
Sabia que estaba nervioso, así que di el paso y me senté sobre sus piernas y lo abracé. Todo de inmediato se borró y solo fuimos nosotros dos, de inmediato pasó su mano por mi cara quedándose en mi mejilla y su pulgar rosando mis labios. Por instinto cerré los ojos, hasta que sentí sus labios rosando los míos, su aliento a menta me envolvió y me perdí, se me olvidó la razón de porque me había sentido tan mal hace rato, y fue cuando me di cuenta que no solo quería a Sam sino que lo amaba.

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La semana pasó rápido después del incidente con Drew y el que me diera cuenta que amaba a Sam, todo lo demás fue relativamente aburrido Sam habló con mi abuela para que nos diera permiso de ser novios lo cual la alegro mucho. Después de eso fuimos a su casa para que el le dijera a sus padres lo cual fue también bastante bien ya que ellos sabían que yo le gustaba a Sam desde hace un buen rato.

El lunes temprano Sam llegó con el auto de su papá ya que el de el todavía lo estaban arreglando. Era un Range Rover negro, si Sam estaba contento con su auto con estaba que saltaba de la emoción de poder manejarlo.

Legamos temprano cuando me iba a bajar me hizo seña para que esperara y el abrirme la puerta. Después que la abrió me tendió la mano para ayudarme a bajar, pensé que ya afuera me soltaría la mano pero no empezamos a caminar de las manos tomadas como si nada.

-¿  Si sabes que no porque somos novios tienes que tomarme así de la mano verdad? - le dije mientras caminábamos

- ¿ Si sabes que llevo soñando hacer esto desde que te conocí? - me dijo mientras se paraba en mitad del estacionamiento y me miraba fijamente.
Sentí como se me secaba la boca y las piernas se les olvidaba como caminar.

- Aclarado esto, creo que deberíamos de seguir así, a menos que tú no quieras que te tome la mano.

- En realidad, me gusta - le dije

- A ti te gusta, a mí me gusta. Entonces no hay problema. - me quedo viendo y se bajó un poco para estar a mi estatura y darme un beso, se acercó más y paso su mano por mi cintura.
Lo que no pasó desapercibido por los compañeros que iban pasando y empezaron a silbar, pude sentir cómo me iba poniendo roja al instante.
Sam se alejó de mí, tomando aire y seguimos caminando como si nada, yo por mi parte aunque iba caminando el cerebro todavía se estaba reiniciando después de ese beso.

El resto del día paso bastante tranquilo después que salí de clase de inglés me dirigí a la cafetería a comer algo me moría de hambre y también quería ver a Sam, después de ese beso me dejó en el salón donde me tocaba y el se fue a su clase. No había pasado mucho pero lo extrañaba. Cuando llegue a nuestra mesa me fijé que Sam no había llegado todavía, pero si estaba Gia sentada al lado de Drew y estaban tomados de la mano. Me tomó un momento entender toda la escena que tenía delante de mi. No porque me dieran celos por qué estuvieran juntos, sinó que después de todo lo que me dijo, ahora estaba tomado de la mano con mi mejor amiga.
- ¡ Hola Lizzy ! Te guardamos un puesto a ti y a Sam - me dijo Gia con una sonrisa gigante en el rostro. No quería hacerle cara rara así que me senté al frente de ella.
- No me habías dicho nada, sobre tú y Sam, lo tenías muy bien escondido- me dijo mientras me señalaba con una papita frita.
- No te escondí nada, solo paso después de lo del accidente, nos dimos cuenta que queríamos algo más que ser amigos - le dije a la defensiva. Mientras Drew trataba de esconder una sonrisa.

- ¡ Si ! Ya te creí. Pasaste de decir que lo querías como un hermano, a darle un beso casi pornográfico en la entrada hoy. No tenías que mentirme, si te gustaba, me lo hubieras dicho y ya.

- En todo caso ¿ en que te afecta a ti, que Sam y yo seamos novios? - le pregunté, ya sintiendo como una molestia pasaba, a través de mi.
- ¿ Sabes que? Disfruta tu almuerzo, nos vemos después.
Dicho eso me levanté de la silla y me fuí. No sabía dónde demonios estaba Sam. Ni tampoco entendía que hacia Gia con Drew. Pero algo me decía que no era para nada bueno.