Yo, quiero. (+18)

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Sentí como unas manos me rozaban los hombros pero no me podía mover, lentamente sentía como hasta la respiración se me cortaba, un desespero empezó apoderarse de mi. Hasta que por fin pude abrir los ojos, tenía la garganta y la boca seca, los ojos me ardían y todo el cuerpo me temblaba todavía podía sentir cómo el cuchillo entraba y dejaba a su paso un dolor horrible. Estaba casi a punto de entrar a un ataque de pánico hasta que volví a enfocar mi vista en las manos procedentes que sentía mientras todavía estaba durmiendo.

- ¡Hey! Todo está bien, estás a salvo.

Me dijo Sam que tenía cara de preocupación, no entendía que hacía allí pero en ese preciso momento no me importó y solo me lanze a su lado y enterré la cara en su pecho. A pesar de tenerlo abrazado, sentía como si en cualquier momento fuera a desaparecer y en su lugar estaría el hombre de mi sueño.

- ¿ Que, haces aquí ? ¿ Cómo entraste ?

- Te llame pero no contestaste, así que me preocupe y decidí venir a ver qué todo estuviera bien, y cuando entre por la ventana vi como te movías y tenías cara como si te doliera algo. Trate de despertarte pero no lo hacías.

- ¿ Estás segura que te encuentras bien ?

No quise decirle sobre el sueño se preocuparía y no quería eso, de alguna forma esa calidez que aparecía cuando estaba al lado de el, hizo que se me pasara todo el frío y malestar que me había producido la pesadilla.

- Si, me encuentro bien, nisiquiera se de que iba la pesadilla ya.

- Bueno, si me permites me podría acostar un rato aquí contigo. Claro si tú quieres

- Claro que me gustaría, es lo menos que puedo hacer por haberme quedado dormida antes de tu llamada.

- No quiero que lo hagas por agradecimiento, quiero que lo hagas por qué lo desees.

- Bueno, disculpa supongo que me exprese mal. Claro que quiero de hecho me encanta estar al lado tuyo

Dicho esto hice un espacio en mi lado para que el se recostara. Se quitó los zapatos y luego la camisa. Al verlo así sin camisa la boca se me secó, y sentí un calor por todo mi cuerpo. Cuando éramos amigos nada más sabía que estaba en buena forma, pero ahora que éramos novios no podía quitarle los ojos de en sima tenía los músculos muy bien definidos, definitivamente era super sexi y lo único que me provocaba era pasarle las manos por todo el cuerpo mientras lo besaba, hasta que quedará sin aire.

- Hey, mis ojos están acá arriba - me dijo en tono juguetón

- Me haces sentir cómo un trozo de carne andante.

- Eres en todo caso un trozo de carne andante, muy provocativo

No podía creer que le hubiera dicho eso, definitivamente las hormonas cuando estaba al lado de el hacían de las suyas.

- Bueno, me alegra mucho saber que mi chica piense eso de mi, pero debemos dormir mañana tenemos clases y yo me tengo que despertar más temprano para poder irme antes que Clare se despierte.

Me dio un beso y me jalo para que colocara la cabeza sobre su pecho. Su olor era increíble y el poder sentirlo así me estaba poniendo a míl.

- Nena, duérmete si me sigues tocando así voy a perder el poco control que me queda y definitivamente tú mereces algo mejor que una primera vez así.

- Y si quisiera que fuera ya. Que fuera ahora.

- Te diría que, que tal si esperamos un poco más.

- Acaso no me deseas, o no te provoco.

- Liz te estás escuchando, tengo una tienda de campaña en los pantalones de lo mucho que deseo hacerte el amor, pero quiero que sea especial para ti. Tu te mereces algo especial, algo que recuerdes dentro de unos años y pienses que fue increíble o por lo menos que fue bien.

Al amanecer todo saldrá bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora