Al amanecer todo saldrá bien

Un gran susto

A la mañana siguiente me desperté temprano porque iba a salir con Sam a comprar unas cosas. Para la comida que íbamos  hacer esta noche, sus padres vendrían así que el se ofreció ayudarnos a mí abuela y a mí con lo que había que hacer.
Después de ducharme rápido, me puse una franela blanca que me quedaba bastante grande, unos pantalones vaqueros cortos y unas sandalias color coral me amarre el cabello en una cola de caballo y bajé a comer. Cuando llegue a la cocina ya Sam estaba comiendo. Se veía muy bien con un suéter azul marino manga larga y unos vaqueros negros, el cabello lo traía despeinado.
- Hola chica ¿ Qué tal la cita anoche? Clare me dijo que era todo un encanto. Dijo Sam con el tono más sarcástico que e escuchado en mi vida
- Si es bastante agradable - le dije, restándole importancia al asunto. Sabía que a él no le terminaba de caer bien Drew, aunque no sabía bien el porque.
- Bueno para tanta cosa que comentó tu abuela no suenas muy emocionada.
- Sam, si fue bastante lindo anoche pero tampoco es que me pidiera que fuera su novia, o algo así
- Tu sabrás- dijo encogiéndose de hombros
- ¿ Qué tal si nos vamos ya? Clare me dio una lista como para hacer de comer a quinientas personas.
- Bueno vamos.
Me despedí de mi abuela. Y no subimos al carro.
- Y... ¿ Qué hiciste tú ayer ?
- Nada en realidad me quedé en casa viendo una peli, y teniendo un coma diabético. Te hubiera invitado pero, estabas ocupada.
Me sentí un poco rara. Me encantaba, cuando Sam y yo pasábamos el rato comiendo gomitas, con refresco y un montón de comida basura. Junto a alguna película medio mala, para poder reírnos de lo lindo de esta.
- ¿ Qué tal si mañana lo hacemos juntos? - le propuse
- ¿ Mañana? Pero mañana ya es domingo. - me dijo haciendo una cara horrorizada y colocándose la  mano en el pecho
Lo cual me hizo reír
- Lo podemos hacer durante el día. Piénsalo comida chatarra , tu yo y un maratón de pelis. Todo el día.
- Bueno, si lo pones así ni como negarme.
En el momento giro la cara para verme y puso cara de susto.
Desde hay no sé qué pasó. Sentí un grito, seguido de un golpe muy fuerte de mi lado del auto, sentí un sabor metálico en mi boca, el sonido de los vidrios de las ventanas romperse y como  el auto daba una vuelta haciendo que quedáramos de cabeza.
Gire mi cara hacia Sam
- Ya vamos a salir Liz. Quédate tranquila.
Y todo se fue a negro.

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Cuando desperté tenía un gran dolor de cabeza y me dolía todo el cuerpo, sentía la boca seca y lo primero que enfoque fueron unas luces blancas muy fuertes, que de inmediato me obligaron. A serrar los ojos de nuevo cuando los volví abrir y gire mi rostro, vi a mi abuela estaba sentada en una silla. Fue cuando por fin me di cuenta que me encontraba en un hospital y me regreso todo el recuerdo de lo que había pasado.

Apenas me vio despierta se levantó de la silla y me dio un abrazo que hizo que mi cuerpo doliera mas.

- ¡ Qué susto me diste! -  me dijo con lágrimas en los ojos
- ¿ Qué les pasó ?
- ¿ Donde está Sam ?
- El está bien esta dormido ahora mismo, menos mal que no les pasó gran cosa. El auto si quedo bastante dañado.

- Ahora sí dime ¿ Qué pasó?
- La verdad no sé. Íbamos en el carro hablando y derrepente creo que otro carro nos choco. La verdad no vi gran cosa. Necesito ver a Sam
- ¡ No te vas a levantar de esa cama Liz !
- Necesito verlo. Al verme la cara supo que no iba a ceder.
- Está bien, voy a llamar a una enfermera, para que te revise y nos preste una silla de ruedas.

Al poco rato apareció una señora algo mayor de cabello rubio ojos verdes, y me reviso
- Hola me llamo Susan, dentro de un rato viene el doctor Rodríguez. Y después que te revise podrás ir a ver a tu novio, pero solo si da la autorización.

En el momento en que me confundió con ser la novia de Sam sentí como me subía el color a la cara. Pero por alguna razón no la corregí, quería verlo y si tal vez si creían que era su novia me dejarían verlo.
- Está bien, muchas gracias- dije sonriendo
Cuando salió del cuarto mi abuela me quedó viendo
- ¿ Con que tú novio ?
- Quiero verlo, es mi mejor amigo

Al poco rato el medico entro, era bastante joven, en el momento pensé que parecía a unos de esos doctores que aparecen en las películas.  Después que nos explicara a mi abuela y a mi que no me había partido ningún hueso y que solo tenia que guardar reposo unos días. Se retiro nos dijo que iba a llamar a una enfermera para que nos pasara una silla de ruedas para poder ir a ver a Sam.

Me arregle el cabello lo mejor que pude, aunque me dolía todo el cuerpo para que Sam no me viera con la cara de zombie que muy probable que tendría ahora mismo.