Al amanecer todo saldrá bien

Drew

Llegué el lunes a clases esperando encontrar a todos de luto por las muertes de Liz y Sam, pero no fue así resulta que solo sufrieron unos cuantos daños pero más nada. Me sentí muy frustrado, dañe mí auto para nada. Así que después de clases decidí pasar por la casa de Liz para ver cómo estaba como buen chico enamorado.

Las clases pasaron rápido, así que fuí directo a su casa, me tocó ir a pie ya que estaban reparando mí auto, por el pequeño golpe que se había dado con un " poste" el otro día.

Lo mejor fue que no tenía planeado hacer nada de eso. Yo solo iba saliendo a comprar unas cosas cuando vi el auto del estúpido de Sam y la vi a ella junto a el, era demasiado bueno como para dejar pasar la oportunidad, así que tomé una distancia prudente para que no me vieran y después aceleré a tope. Los golpee por la parte de atrás en una de las esquinas, tratando de que yo no sufriera mucho daño. Cuando me di cuenta ya su auto había perdido el control y terminó dando una vuelta.
Aceleré como un loco y el subidón de adrenalina fue grandioso.
Cuando llegue a su casa puse mi mejor cara de preocupación, su abuela me abrió la puerta.
- ¡ Hola Drew ! Que gusto verte. Pasa seguro Liz se alegrará de verte.
- Gracias señora, no sabía que había pasado eso habría venido antes.
- Por favor, llámame Clare, avisaré a Liz que llegaste.
- Ok Clare, muchas gracias.
Mientras esperaba que Liz bajara me puse a ver las fotos que estaban en la pared. Había fotos de ella pequeña sola, con su abuela y unas cuantas junto a Sam en esas era donde más alegre se veía. Cuando la escuché llegar me gire para verla, necesitaba ver qué tanto se había lastimado, para mí sorpresa no tenía muchos moretones,ni rasguños, caminaba un poco lento pero más nada. Al verme su cara se puso un poco pálida y por un momento pensé que tal vez sabía quién los chocó, pero descarté rápido la idea
- Hola, como estás no te esperaba por acá - dijo
- Me enteré lo que pasó y vine después de clases, para ver cómo estabas
- No debiste molestarte, estoy bastante bien como ves.
Algo definitivamente no iba bien, me puse a ver la y me di cuenta que estaba nerviosa, pero no sabía por qué.
- Quería hablar algo contigo, pero no sabía cómo decirlo. - dijo estaba bastante pálida y se torcía los dedos de las manos mientras miraba el piso. Sentí un muy familiar sentimiento de nervio, que me hacía querer salir de hay.
- ¿ Que es eso que me quieres decir ? Ven siéntate y hablemos.
La guíe al sofá y se sentó a un extremo de este. Cómo si quisiera alejarse lo más posible de mi. Y en ese momento lo comprendí, iba a terminar conmigo.
- Yo eh, me caes muy bien, eres alguien increíble. Pero después de lo que pasó me di cuenta que no puedo ser nada más que amiga tuya.
Decía todo muy rápido, como cuando tratas de quitar una bandita. Lo cual de alguna manera me hizo gracia porque si ella realmente supiera por qué me había acercado, el panorama y sus palabras serían completamente diferentes.
- Me di cuenta que quiero a Sam. El sábado después del accidente hablamos y me dijo que me quería, y supongo que no lo había aceptado pero yo también siento algo por el. No quería comenzar algo con el antes de hablar contigo.

De alguna manera me dio ternura que quisiera hablar conmigo primero, pero como estaba casi terminando conmigo. Puse en anda mi mejor actuación.
- ¿ Como así ? Y la cita que tuvimos, me dijiste que te caía bien, creí que teníamos una posibilidad de ser algo. Y ahora me dices ésto. ¡ Yo creía que iba por buen camino !
Al ver la cara de culpa que tenía supe, que había echo bien mi trabajo.
- Disculpa Drew en serio, yo no quería hacerte daño - dijo con los ojos llenos de lágrimas.
- Sabes que, que te den a ti y a Sam. Disfruta bastante tu relación - puse mi mejor cara de dolor y me fuí, sin despedirme.
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Era ya de noche cuando regrese a la casa mi tía me estaba esperando.
- ¡ Dónde andabas ! Estaba preocupada por ti.
- Disculpa por llegar tan tarde, se me presentó un problema. Fui a casa de Liz. Terminó conmigo
- Hay cariño, pero que pasó, si todo había salido bien en su cita.
Me preguntó ya no con rabia si no con pesar de creer que me sentía mal porqué Liz ya no quería salir conmigo.
- Hablamos mañana tía, me duele la cabeza bastante. Me voy a dormir.
- Ok, cariño que descanses. Recuerda que tú chica especial está allá afuera esperándote.
Me dijo mientras subía las escaleras. Pero ya tenía una nueva idea de cómo dañar a Liz y a su gran amor. Solo tenía que tener un poco de paciencia.