Cuando entré a la última clase Sam todavía no daba señales de vida, quise enviarle un mensaje pero decidí escribirle después de clases.
Cómo no estába el ni el auto tampoco cuando salí de clases, me dispuse a irme a casa igual cualquier cosa le enviaría un mensaje cuando estuviera allá.Todavía estaba molesta por lo que había dicho Gia no dijo nada malo en concreto, pero si me molestó que hablara así y peor aún cerca de Drew. Todavía no entendía muy bien lo que pasaba entre ellos dos, pero tampoco le di importancia, yo amaba a Sam y eso era lo que importaba.
Cuando llegue a la casa mi abuela no estaba. Me había dejado una nota diciendo que había tenido que salir a comprar unas cosas, que me dejaba comida en la nevera y que volvía pronto.
Así que decidí subir a mi habitación y adelantar la tarea del día de hoy y enviarle un mensaje a Sam para decirle que estaba en la casa.Cuando entré que saque el teléfono del bolso me di cuenta que había estado descargado, quien sabe por cuánto tiempo. Lo conecte y lo prendí y empezaron a llegar como diez mensajes. Eran de Sam diciendo que lo habían llamado del taller que el auto estaba listo, me estuvo llamando pero el teléfono le sonaba apagado. Que lo disculpara y que apenas se desocupara vendría a la casa. Ese mensaje tenía media hora que me lo había mandado.
Le contesté enseguida diciéndole que estaba ya en la casa y que lo esperaba. De solo pensar que dentro de un rato lo vería sentía una emoción recorrerme todo el cuerpo.Terminé todas las tareas y me disponía a calentar lo que mi abuela me dejó en la cocina, cuando tocaron la puerta. Fui a ver quién era. Era Sam. De inmediato abrí la puerta y lo abraze lo vi en la mañana pero cuando lo vi hay parado me di cuenta de cuanta falta me hizo durante el día.
Me devolvió el abrazo como si a él se hubiera sentido de la misma manera.- Hola nena - me dijo con la cara pegada a mi pelo - disculpa por haberme ido así, es que...
Lo silencie con un beso enredé mi mano en su cabello y el me tomó de la cintura con una mano mientras con la otra mano me acercaba más a su cara, me besaba con unas ansías como si su vida dependiera de ello. Su lengua tocó lentamente mis labios como pidiendo permiso para poder explorar mi boca, a lo que accedí sin problemas. No me di cuenta mi en qué momento entramos a la casa pero cuando me di cuenta ya estaba sentada a horcadas sobre sus piernas encima del mueble.
Cada vez sentía que me faltaba más el aire pero eso no era suficiente como para detener el beso. Sentí como su excitación iba creciendo al momento en qué roso su entrepierna en el punto donde sentía una gran presión.
En ese momento solté un gemido ahogado, a lo que el soltó una pequeña sonrisa y se alejó de mis labios. No era una sensación muy agradable.
- Vamos muy rápido - me dijo, mientras me miraba con los ojos vidriosos y brillantes por lo excitando que estaba.
- Yo, no tengo problemas con eso - dije tratando de retomar el beso donde había quedado. Pero el se alejó
- En serio, te quiero Liz y no quiero que de dañe la relación, que estamos formando por eso. Quiero que nuestra primera vez sea especial. Porque tú eres especial. No sólo quiero que sea así. Tu te mereces más que eso.
Me tocó el rostro otra vez, y me ayudó a bajar de encima de él.
Cuando ya estaba sentada en el sillón junto a el y la neblina de excitación pasó, me di cuenta de lo que había dicho y por eso lo quise más.
- ¿ Dónde anda Clare ? - me preguntó
- Salió no se para dónde, cuando llegue había una nota diciendo que iba a comprar algo. Pero todavía no a llegado.
- ¿ Que tal si pedimos una pizza o algo? Me muero de hambre - dijo recostando la cabeza en el mueble, cerrando los ojos y sacando la lengua
- Ves así voy a quedar como no coma.- Pensé que estabas desmayado, además no hay que comprar nada, ella me dejó comida solo para calentar así que podemos comer los dos de hay.
-
Bueno - dijo subiendo los hombrosDespués que calentamos la comida, separamos en dos platos y comimos mientras el me contaba como andaba el carro ahora, que se lo habían entregado.
Recogimos la cocina, y nos fuimos a la sala a ver películas.
Nos sentamos en el mueble yo apoyada en su pecho mientras el me rodeaba con su brazo. Me sentí tan a gusto que no me di cuenta que me quedé dormida.
Me desperté y dejé a Sam dormido todavía en el mueble mientras subía a mi habitación para revisar el teléfono, ya eran las ocho de la noche y mi abuela no llegaba, pensé en llamarla para ver dónde estaba.
Active la pantalla y le marque
- Hola cariño ¿ Todo bien ?
- Si, es que me preocupe un poco
- Disculpa estoy en casa de Marta, dentro de un rato salgo para aya ¿ ya comiste ?
- Si estaba muy rico, bueno diviértete
- Ok, nos vemos más tarde
Me alegré que saliera un rato a divertirse.Iba de vuelta al mueble, cuando se fue la luz, en la casa seguido de un ruido como si a hubiera roto una ventana. Escuché a Sam gritando algo que no entendí seguido de un sonido sordo, como si se hubiera caído.
Sentí el pánico como se apoderaba de mi, las manos me empezaron a temblar al igual que todo el cuerpo estaba sudando frío, me dieron ganas de vomitar y empecé a escuchar pasos pesados subiendo la escalera.
Me asusté más y sentí como la garganta se me cerraba.
- Se que andas por ahí pequeña, no tienes porque esconderte solo quiero hablar contigo - dijo el que se metió dentro de la casa, tenía una voz áspera y gruesa hacia que se me pusiera la piel de gallina.
No sabía quién era pero al parecer conocía la casa. Intenté esconderme. Pero antes de lograr meterme debajo de la cama, me jalaron por el pie.
Intenté patearlo pero no pude, no veía nada y era obvió que la persona que me jalaba era más fuerte y grande que yo. Me siguió jalando hasta que llegamos al pie de las escaleras intento levantarme pero lo pateé lo más fuerte que pude, pegó un grito y me soltó a lo que aproveche y salí corriendo para el cuarto de mi abuela. Ella siempre escondía un bate debajo de su cama, si lo llegaba a tomar podría darle al que entro y salir de la casa junto a Sam.
Pero antes de lograr abrir la puerta me volvió a tomar por la cintura
- Vente pequeña, no quería hacerte daño ni a ti ni a tu novio pero no me dejas opción. - dijo mientras me tomaba un mechón de cabello y me jalaba tan fuerte que me brotaron lágrimas.
Sentí tanto miedo, que deje de forcejear me di cuenta que no era rival. Mientras me conducía escalera abajo me fijé que no era muy grande, más fuerte si pero no grande tenía la contestura de Sam.
Me sento en una silla de las que se encontraba en la cocina y me amarró los pies a cada pata de está mientras las manos me las jaló y las puso en la parte de atrás y también me amarró.- ¿ Que quieres ? - le dije todavía no lograba verlo por la falta de luz y tampoco sabía dónde estaba Sam. Eso hizo que se me cerrará la garganta de nuevo, pero me force en mantenerme en calma, no quería que se diera cuenta como me encontraba en realidad.
- Solo quiero saber una sola cosa ¿ Dónde están tus padres ?
No me esperaba esa pregunta, no entendía porque me preguntaba por ellos, pero era obvió que no sabía que se habían muerto hace cinco meses, lo que hizo que notará también que aunque no era una persona buena, no los había matado.
- Ellos están muertos - dije con un hilo de voz
Esa no era la respuesta que esperaba porque se quedó inmóvil durante un momento mientras asimilaba lo que le dije.
- Mientes - dijo con voz más aterradora que antes
- Porque te mentiría, me tienes atada a una silla, no se que le hiciste a mi novio ¿ que te hace pensar que te miento ?
- No creas que esto cambia mis planes, alguien tiene que pagar por el daño que hicieron.Y se fue. A los pocos segundos llegó la luz y fue cuando vi por fin a Sam, tirado en el piso desmayado y tenia sangre en el cabello. Después de eso todo se fue a negro
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Al amanecer todo saldrá bien
Mistério / SuspenseLiz no ha tenido una vida fácil, con unos padres que la dejaron viviendo con su abuela desde muy chica. Para aparecer nuevamente en su cumpleaños número dieciséis y a los pocos meses lo asesinaran por razones desconocidas. Ella está clara que la vid...