La gran cita

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No podía creer que ya era viernes los días habían pasado bastante tranquilos, tareas, comidas con mi abuela donde me acribillaba de preguntas sobre Drew lo cual era bastante chistoso por que no lo conocía tanto aparte del nombre y apellido porque lo decían cuando pasaban la lista en la clase que compartíamos, y que jugaba futbol no sabia gran cosa sobre el.

Lo cual me molestaba un poco, pero después pensaba que no necesariamente necesitaba conocer todo sobre el antes de la primera cita tampoco tenia pensado acosarlo. Después de que intercambiamos números ese día nos intercambiamos unos cuantos mensajes, como mi dirección para poder irme a buscar o algún comentario chistoso. Al parecer era un poco tímido y le costaba entablar una conversación muy extensa. Lo cual resultaba curioso teniendo en cuenta que jugaba futbol y este era uno de los mejores jugadores que habían ahora mismo aparte de Sam . Pero bueno viéndolo de alguna manera yo también era un poco tímida a veces, Sam por otra parte me di cuenta que estaba muy pendiente de cualquier cosa que hacia Drew al parecer tenia pensado darle alguna charla intimidante para que se portara bien en nuestra cita lo cual me resultaba muy adorable de su parte que me quisiera cuidar tanto.

Después de bañarme, lavarme el cabello, me puse un conjunto de bragas y brasier que combinara mi abuela me lo había comprado el año pasado cuando cumplí dieciséis pero nunca me lo puse ya que nunca salía. No era que esperaba que pasara gran cosa hoy pero me sentí muy bien al ponérmelo.

terminando de secarme el cabello tocaron la puerta del cuarto, y entro mi abuela

- Espero que estés presentable

- Claro abuela pasa- menos mal que tenia puesto ya el vestido cuando toco. Era bastante bonito, de color lila, con mangas que me quedaban por el codo y tenia un escote un tanto pronunciado, la falda era amplia y me quedaba por la rodilla.

Cuando entro al cuarto me quedo viendo con cara de disgusto

¿ Que sucede?- pregunte

- ¡ Quítate ese vestido!
Me quedé viendo el vestido buscando algo malo. Pero no encontré nada malo.

-  ¿ Pero porque ?

- Es que te tienes que poner es este. Me mostro la bolsa que hasta ahora tenia escondida en la espalda.

- ¡ Ábrela !- me dijo

Cuando la abrí vi el vestido mas encantador que había visto
Era color coral, con dos listones en el área del pecho para amarrarse en la espalda, la falda era amplia y en la cintura tenía una cinta de color negro formando un lazo al costado derecho.
- ¿ Cuando lo compraste ?
- Hoy en la mañana, después que me comentaste que te había preguntado si te gustaba la comida italiana. Pensé que era buena idea comprarte un vestido para la ocasión.
- Muchas gracias no tenías porque.
- No le des importancia ahora vístete y terminate de arreglar.

Me cambié de vestido, me maquille un poco y me coloque unas sandalias sin tacón.
Ya terminando de arreglarme sonó la puerta. A lo que mi abuela desde abajo me dijo
- Yo abro termina tu allá arriba 
Ya viéndome en el espejo me di cuenta de lo bien que me quedaba el vestido, me resaltaba el poco busto que tenía y hacia que mi figura de reloj de arena se viera bastante bien.
Estaba nerviosa, sentí como los nervios tomaban el control de mi cuerpo, una corriente de adrenalina, miedo y emoción sentí todo al mismo tiempo.
Respirando profundo tome mi bolso y me decidí a bajar.
Ya abajo me asomé a la cocina y lo vi. Tan guapo con un jean negro que realzaba la figura que había ganado gracias al futbol.
Una camisa blanca la cual le descartaba el pecho musculoso y brazos anchos que tenía.
- Hola - dije todavía nerviosa
Cuando se paró vi que en el centro de la mesa se encontraba un ramo de girasoles con margaritas rosadas dentro de un florero. Eran muy lindas destacaban bastante dentro del contraste de la cocina que era de color blanca.
Cuando se levantó de la silla y me vio se quedó callado, por un momento como si se hubiera quedado sin palabras. Y eso me agradó.
- Te traje estas a ti. No sé cuál es tu flor favorita, pero las vi y pensé en ti.
Dijo Drew a toda carrera, se notaba que estaba nervioso. Lo cual me pareció muy adorable

Era un ramo de violetas azules y amarillas, era muy lindo, no era tan grande pero el solo echo que fueran unas flores tan diferentes me encanto.

- Bueno las  pondré en agua- dijo mi abuela de repente

- Gracias son hermosas. No tenias que molestarte tanto, trayendo dos ramos de flores.

- No es nada. Lo que te dije es cierto me gustas, y se ve que quieres mucho a tu abuela así que...

Es lo menos que puedo hacer ya que te dio permiso de salir conmigo hoy.

- Eso si recuerda a que hora te dije que la trajeras

- No se preocupe señora la traeré a la hora marcada por usted 

Al parecer a mi abuela le caía bien lo cual me emociono bastante porque aunque no se lo había dicho el también me gustaba a mi.

- No tienes que decirme señora llámame Clare y espero verte mas seguido por acá.

- Si yo también deseo venir mas seguido para su casa.

Dicho esto mi abuela me dio un beso en la mejilla y salimos de la casa 
Cuando llegamos a su carro me abrió la puerta y espero que me sentara para ajustarme el mismo el cinturón de seguridad.
- Definitivamente haces que el auto se vea hermoso- me dijo mirándome a los ojos. 
Después de eso cerró la puerta y mientras daba la vuelta por delante del auto lo vi que se pasaba la mano por el cabello. Al parecer hacia eso cuando estaba nervioso.
Se subió a su asiento, se puso el cinturón y arrancó el carro.
-¿ Lista para irnos?
- Si - dije sintiendo como las mariposas se volvían avispas por culpa de los nervios que me estaban comiendo.

Al amanecer todo saldrá bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora