Al amanecer todo saldrá bien

El comienzo de la pesadilla

Siento como se me tensa todo el cuerpo, no puedo gritar, ni hablar, tengo un nudo en la garganta del tamaño de una pelota de golf.
Alguien me toma del pie y me arrastra, trato de gritar pero no puedo cada vez siento más miedo. Me  voy golpeando mientras me arrastran ya no estoy en la casa. Estoy en un bosque me golpeó con piedras mis manos están llenas de tierra trato de tomar algo que me sirva de ancla y que no me digan jalando pero nada sirve. Siento el sabor metálico de la sangre en mi boca, mis manos están llenas de arañasos y con sangre me duele todo el cuerpo.
- No creas que esto cambia los planes que tengo, alguien debe pagar el daño que hicieron - me dice cerca del oído.

Siento un gran dolor en las costillas y el sabor a sangre se vuelve más fuerte en mi boca, me golpea salvajemente hasta que ya creo que va a parar y me entierra un cuchillo en medio del pecho. Es un dolor horrible siento como el cuchillo se abre paso a través de mi ropa para después traspasar mi piel. Trato de gritar pero la voz no me sale cada vez me duele más pero al mismo tiempo me voy adormeciendo hasta que se me cierran los ojos.
- ¡ Adiós pequeña ! - escucho antes de que todo acabe.

Me despierto de golpe con dolor de cabeza, no estoy en la casa.
Estoy en un hospital de nuevo, todo viene a mi como un pelotazo y hace que me dé más fuerte el dolor de cabeza. Me pongo las dos manos sobre la cabeza los oídos me zumban y lentamente se me quitar, y es cuando logro divisar a Sam.
- Hola nena - me dice,  está parado en la puerta del cuarto. Se ve bien no parece que le duela algo - ¿ Cómo estás ? Tu abuela está afuera - dice mientras se va acercando a mi cama
- ¡ Estás bien ! - es lo único que logro decir. Siento como si algo dentro de mi estallara y empiezo a llorar Sam me abraza tratando de hacerme sentir bien.
- Disculpame por no poder cuidarte bien. Yo me levanté cuando se fue la luz, pero algo me golpeó. No se que pasó luego, hasta que desperté aquí en el hospital.
Dice las palabras rápido, y lloro más fuerte porque me pide disculpas por algo que el no puede controlar.

- No fue culpa tuya Sam - por fin logro decirle entre sollozos - Estaba buscando a mis padres o por lo menos donde conseguirlos - digo en voz baja y bajo la vista hacia mis manos mientras me retuerso los dedos
- ¿ Tus padres ? ¿ Porque ?
- Ellos vinieron a la casa durante las vacaciones de verano. Vinieron a buscar algo, no estoy segura de que pero a los pocos días que llegaron. Tuvieron un accidente en el auto, los policías nos dijeron que alguien había cortado los frenos. Que debíamos tener cuidado pero...

- ¿ Porque, no me dijiste nada ?
- No quería que sintieras lastima por mi - le digo otra vez comenzando a llorar de nuevo
- Es muy difícil todavía entender que pasó con ellos y pensé que no tenía tanta importancia. No me malinterpretes me siento mal por lo que pasó con ellos pero no me puedo sentir mal, del todo por alguien a quienes no e tratado nunca. No quería que pensaras que soy un monstruo o algo por sentirme así.

- Siento que hayas pasado por esto tu sola, durante estos meses nena.

Me volvió abrazar y sentí esa  sensación de paz que solo sentía cuando estaba junto a el.

- ¿ Estás bien ? - le pregunto pasándole una mano por la cara

- Si, no fue gran cosa - me dijo mirándome a los ojos y besando mi mano.

- ¿ Como dices eso ? Estuviste inconciente - le digo casi gritando

- No es nada cerio mira.
Se da la vuelta y me muestras tiene un pequeño corte en la parte baja de la cabeza pero no sé ve muy grave, aún así me siento tan mal que casi comienzo a llorar de nuevo.

- ¡ Liz cariño ! - dice mi abuela desde la puerta y sale casi corriendo a abrazarme.
- ¡ Que bueno que ya estás consciente !
Al poco rato también entraron los padres de Sam, y aunque todos estaban contentos yo me sentía fuera de mí. La pesadilla que había tenido tampoco ayudaba mucho a qué me sintiera mejor y lo peor es que tendría que hablar muy seriamente con mi abuela sobre lo que había ocurrido.