Segunda Temporada Capitulo 17

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NARRA SAKURA

La fiesta concluyo, hubieron demasiados invitados los cuales me miraban de arriba abajo con odio. No sabían por que dios tenia una obsesión conmigo, no lo entendían ya que era ángel caído y aun así dios se empeño en tenerme de nuevo. Su harem que conocía a la mayoría, me insultaban porque dios no les prestaba atención, andaba clavándome la mirada a mi como si estuviera vigilándome en que no haga nada extraño. Aparte de que disfrutaba verme las piernas desnudas. No se como lo hice, pero pude escabullirme apenas termino la fiesta a mi dormitorio y me encontré a Sasuke sentado allí esperando por mi.

- Sakura..- Se levanto de la cama y me abrazo rápido desde la cintura, besándome como si su vida dependiera de ello. -

- Sasuke ¿estás bien? ¿Nadie te vio cruzar el portal?- Le correspondí gustosa al beso y lo mire en como andaba vestido. -

- Estoy bien, nadie me vio, estuve viéndote de lejos, pero en la fiesta fui a la biblioteca. No encontré nada útil de la espada divina pero quise venir a verte. Odio verte en los brazos de dios y no poder hacer nada al respecto. - Me tomo del mentón contándome lo que hizo en todo este tiempo. -

- Esto me hace acordar cuando nos encontrábamos a escondidas de él cuando nos conocíamos. - Me traían ciertos recuerdos cuando eramos amantes y nos veíamos sin que nadie nos moleste. -

- Hmp, si tienes razón. Siento el mismo desprecio por dios por querer golpearle la cara o matarlo cuando pone sus manos encima de ti. - Sasuke se veía celoso pero él sabia que yo no le seria infiel. -

- Piensa que es parte del plan, a mi tampoco me es fácil dejar que dios si quiera me toque. Me produce asco y trato de pensar que son tus manos las que me tocan. - Lo abrazo afligida con todo esto, no paso ni el primer día y ya no lo aguantaba. -

- Tranquila. Resolveremos esto. Tratare de conseguir información y tu ten cuidado Sakura. Manten los ojos y oídos abiertos por aquí, vendré a verte todos los días te lo juro, a esta misma hora. - Me besa y escuchamos el sonido de la puerta. -

- Tienes que irte. - le susurro empujándolo hacia la ventana de cristal para que vuele. -

- No puedo, me verán mis alas negras, me verán apenas salga, son difíciles de ocultar...- Me sentí nerviosa, no tenían que ver a sasuke. -

- Sakura, estas aquí?- Escuche la voz de dios llamándome desde la puerta impaciente en que nadie abra. -

- Si, ahora voy.- Conteste rápido y lleve a Sasuke abajo de la cama para que se esconda. -

Sasuke se escondió y me fije en que no se viera que se encontraba allí para asegurarme, fui y abrí la puerta. Dios me miraba desconfiado cruzado de brazos.

- ¿Por que te fuiste de la fiesta así y tardaste en abrir la puerta?- Me interrogo con el ceño fruncido. -

- sera porque todos allí no quieren verme, no me gusto como me miraban y necesito mi espacio ¿sabes?- Actúe a la defensiva, no sabia si estaba bien pero me encontraba nerviosa porque descubra a sasuke debajo de la cama. -

- Ya hablare con ellos por su actitud de hoy, lo siento ¿si? Pero tampoco puedes culparlos por verte de esa forma, fuiste muy rebelde por abandonar el paraíso. - Me acaricio la mejilla y me aparte despacio. -

- ¿Entonces para que me hacen esa ridícula fiesta si ni quiera saben tratar al anfitrión? - Pero para que no me apartara, dios tomo mi mano jalandome de ella y beso mi palma. -

- Lo siento. No tienen modales tienes razón. No tuvieron que ofenderte y les daré una reprimienda por eso. Pero no estés así, no me gusta cuando te alejas. - Se estaba acercando mas de la cuenta a mi rostro y lo único que se me ocurrió fue apartarme. -

- Te perdono si me llevas a los jardines. Hace mucho que no estoy aquí y quiero pasear si te parece, al menos que me tengas como prisionera. - Me enfrente a él y dios negó. -

- Dejame acompañarte en el paseo. Las flores que cuidaste todo este tiempo, están hermosas ya las veras. - Dios me ofreció su brazo para que lo tome y lo hice para que nos vayamos rápido de la habitación. -

Le deje la puerta semi abierta a sasuke para que pueda irse y escapar el ya conocía el castillo así que no se le seria un problema encontrar la salida. Esperaba que nadie lo vea salir.

No sabia cuantos días habían pasado desde que llegamos al paraíso, sucedía que no existía tiempo en el cielo pero sasuke siempre aparecía a la misma hora para verme en mi cuarto. Me contaba siempre lo mismo, que no pudo conseguir información valiosa de la espada divina. En la biblioteca nada estaba escrito. Es como si no existiera. Mis esperanzas eran nulas pero confiaba en que sasuke pueda encontrarla y acabar con todo esto para volver con nuestros hijos. Después dios no me dejaba tranquila, aunque había bajado la guardia finalmente cuando Estaba conmigo. Ya confiaba un poco en que no planeaba nada en contra de él y hubieron veces que me quiso llevar a la cama. Pero no lo logro, lo inyectaba con lo que me dio lucifer para hacerlo dormir y hacerle creer que nos acostamos juntos. Pero ahora me escabullí de dios para encontrar a Karin en los calabozos. Quería sacarla de la prisión. Fue difícil acceder ahí, me tuve que hacer pasar por uno de los ángeles guardias.

- ¿Karin?- la llame en cuanto la vi en una de las celdas pequeñas para ángeles y ella andaba sentada con la túnica rasgada con sangre. -

- ¿Sakura. De verdad eres tu?- Levanto la mirada viéndome sorprendida en que me encuentre frente a ella. -

- Karin, dios mio. Te voy a sacar de aquí te lo prometo. - La jaula de ella tenia un candado gigante. No tenia la llaves pero podía romperlo con algo extremadamente duro. -

Busque algún palo o algo parecido y me la lleve lejos del calabozo, debía de ser atendida. La prisión de los ángeles tenia cierta similitud a la del infierno, te maltrataban pero para ellos era una corrección de lo mal. Le cortaron un poco el ala derecha a Karin, no se encontraba en condiciones como para volar, sentía rabia al verla así. Todo fue mi culpa por dejarla con mis hijos, no la tuve que involucrar. La escondí lejos del castillo, la cure con mi chackra y Karin no dejaba de verme sorprendida.

- No entiendo ¿Qué haces aquí? La última vez que escuche de ti, fue que volviste a la maldición. - Me miraba acostada con los ojos vidriosos de la emoción. -

- Si bueno, hay demasiadas cosas de las que te tengo que contar. Estoy feliz de verte de nuevo Karin. - La abrazo conmocionada de ver a mi amiga que la conocía desde siglos antiguos y siempre nos mantuvimos amigas sin importar la distancia. -

- Yo también Sakura, gracias por salvarme. - Me correspondió el abrazo y comenzó a llorar liberando su angustia. -

NARRA SASUKE

Nada. De nuevo nada. Ningún libro hablaba de la espada divina y me estaba cansado de ser inservible. Podía enviarle una nota a Lucifer para que me ayude a descubrir sobre la espada divina, existía solamente una para asesinar a dios y a lucifer, era peligrosa para ambos, aunque él no sabia en donde estaba escondida. Solo dios lo sabía. Esperaba tener una respuesta rápida.

Continuara.

La Maldición [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora