— Es un trato. - Firmo el contrato que me había dado Lucifer. -
— Créeme Sasuke, hiciste lo mejor para tu familia. - Le entrego el contrato con el ceño fruncido porque no me había quedado otra opción. -
— No me quedará otra cosa que hacer. - Quizás Sakura y mis hijos me odiaran por lo que haría. -
— Bueno de todas maneras necesito tiempo para encargarme sobre los lugares, tu no harás nada hasta que me contacte de nuevo contigo y mis demonios los seguirán buscando - Maldito Lucifer, casi siempre se salía con la suya engañando a las personas, esperaba que esté trato no tenga ninguna trampa. -
— ¡Me dijiste que la tercera opción mantendría a salvo a mi familia!- exclamé enojado viendo la sonrisa en su rostro. -
— Tu familia estará a salvo en cuanto hable con Dios, pero déjame decirte algo Sasuke, esto no tendrá reversa alguna. - Lo sabía, pero no me importaba si así mantenía a mi familia. -
— Lo sé Lucifer. - Guardé cualquier insulto que venía por mi mente hacia el diablo por el simple hecho de que de alguna manera me estaba ayudando. -
— Bien, te recomiendo que se vayan ahora porque mis demonios sabrán pronto en donde se alojan. - Desaparece en una bruma negra dejándome a solas, pensando en que si había hecho lo correcto. -
Estaba jodido.
No sabia cual seria la reacción de Sakura cuando se llegara a enterar sobre lo que pacte con Lucifer, seguramente se pondrá triste y me insultaría de arriba abajo por no decirle, pero no teníamos otra opción más que esa, en donde me encontraría seguro en que ella y mis hijos estarán bien.
No planeaba decirles nada aún, quería estar tranquilo con ellos hasta que Lucifer me contacte de nuevo. Volé lo más rápido que pude regresando al hotel pensando en lo que había firmado.
~NARRA SAKURA~
— Pasaron más de tres horas madre, ya debió de volver hace rato. - Sarada estaba inquieta por todo el hotel caminando de un lado a otro por el cuarto. -
Regresamos al hotel para que nadie nos viera en cuanto vimos que Sasuke se tardaría más de la cuenta en llegar a la plaza central del pueblo.
— Sarada tiene razón madre, creo que deberíamos salir a buscarlo. - Daisuke me toma del brazo al notarme muy preocupada por el. -
Quería saber a donde se había ido Sasuke, pero no me atrevía a aventurarme con mis hijos fuera del pueblo sin ningún plan, ni lugar por donde comenzar a buscar, simplemente porque seria arriesgado salir en estos momentos en que querían mi alma demonios.
— Nosotros iremos también. - Naruto sabía que yo quería ir a buscarlo y la verdad me sentí más segura en que todos me acompañen. -
— Todos iremos, el maldito de Sasuke nos dejó plantados. - Sasori se había ganado las fulminantes miradas de mis hijos por su comentario, aún le guardaban cierto resentimiento porque les dije sobre los sentimientos que tenía por mi. -
— No los dejé plantados. - Sasuke ingresa al cuarto como si nada hubiese pasado, sorprendiéndonos a todos. -
— ¡Padre! -sarada gritó feliz yendo a abrazarlo por verlo y daisuke sonrió de lado por eso. -
— Todos habíamos pensado que te sucedió algo Sasuke. - Temari explotó su furia contra el, pero Sasuke le restó importancia alzando sus hombros, correspondiendo el abrazo de Sarada, mientras me observaba con sus ojos negros, esperando a que diga algo. -
— No me sucedió nada, estoy bien. - respondió Sasuke a las preguntas que le hacían uno por uno por su falta de presencia hace unas horas. -
Contestó a las exclamaciones sin apartar la vista de mí, ya que, no pronunciaba ninguna palabra, me mantuve callada guardando lo que sentía y Sasuke estaba inquieto en cuanto descubrió que me encontraba enojada con el, porque hace días se comporta así y me pone los pelos de punta en sospechar que algo me ocultaba.
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La Maldición [Editando]
RomanceLa rebelión en el cielo/Paraíso, sucedió gracias a dos amantes, que querían la paz y detener la guerra. Sasuke y Sakura fueron maldecidos por los celos de Dios, haciendo que no se puedan besar. Los envió a la tierra por su mal comportamiento, convi...